Los 15 sirios que estaban en huelga de hambre para reclamar una mayor celeridad en su traslado a la península pusieron ayer fin a su protesta. Según la Delegación del Gobierno, sin conseguir su propósito, ya que las exigencias que plasmaron por escrito como condición para volver a alimentarse “no tenían razón de ser”. El máximo responsable de la institución, Abdelmalik El Barkani, se mostró ayer tajante en este sentido, ya que consideró que la decisión de estos inmigrantes de ponerse en huelga de hambre era “un chantaje” y un “órdago” dirigido a la Administración General del Estado que no podía ser aceptado ni tolerado. Lo contrario, aseguró el delegado, habría sido “una absoluta irresponsabilidad” por parte del Ejecutivo. El Barkani dio a conocer a los periodistas la noticia sobre el fin de la huelga de hambre apenas unos minutos después de haberla recibido por parte del director del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), Carlos Montero.
Para el delegado, era “una buena noticia” que este grupo de inmigrantes decidiera deponer la actitud que mantenían desde hacía varios días, negándose a ingerir alimentos. Algunos llevaban desde el lunes de la semana pasada, aunque el grueso se unió a la protesta dos días después para pedir urgencia en su traslado a Europa, un trámite que veían ralentizado por su deseo de no pedir asilo en España.
Pero la realidad es que ninguno de ellos tendrá prioridad en los traslados, según manifestó ayer El Barkani, para quien estos inmigrantes no pueden reclamar el mismo trato que se da a quienes pide asilo, que salen de Melilla a la península en un plazo de un mes o mes y medio.
“Lo lamento mucho, pero la gente tiene que comprender que en Europa, el hecho de que sean protegidos no significa que esto sea una política de puertas abiertas”, dijo Barkani incidiendo en la necesidad de saber quiénes entran, demostrar su identidad “y cumplir los trámites mínimamente necesarios para ser ayudados”, que es pedir protección internacional. Según el delegado, pedir asilo debe ser considerado como una “mínima obligación” con la que este colectivo migrante debe corresponder a la solidaridad con que Melilla, España y Europa está actuando con estas personas que huyen de una zona de conflicto.
Libertad de movimientos
El Barkani recordó que en estos momentos, los refugiados sirios ya no están en peligro, pues han llegado a la Unión Europea. Sin embargo, es necesario que soliciten asilo porque una vez que se les conceda este derecho, “podrán irse donde quieran porque tendrán libertad de movimiento”, que es lo que reclamaban quienes se pusieron en huelga de hambre para reagruparse con sus familias.
“No podemos rehuir de nuestra responsabilidad, no podemos poner en la península a toda la persona que lo pida sin pedir asilo. Sería una irresponsabilidad por parte de España”, insistió El Barkani, para quien “la mejor opción” es que pidan asilo.
