Una vez más, muchos melillenses han esperado hasta el último momento para terminar sus compras navideñas, coincidiendo con la víspera de SSMM de Oriente. Según apuntan los comerciantes y ACOME, no han sido unas malas fiestas en cuanto a ventas, ya que el gasto medio de los melillenses ha oscilado entre los 100 y los 200 euros. Sin embargo, las ventas tampoco han sido mejores que las de años anteriores, ya que se han mantenido en niveles similares. Con optimismo moderado. Así valoraron muchos comerciantes las ventas navideñas de este año, que ayer alcanzaron su clímax en la víspera de la visita de los Reyes Magos.
Según relató el presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (ACOME), Enrique Alcoba, la Navidad comenzó a hacer acto de presencia en las cajas de los comercios a partir del 22 de diciembre, coincidiendo con la aproximación de fechas tan especiales como la Nochebuena o la Nochevieja.
Así, expuso que la alimentación, jugueterías, perfumerías y joyerías despuntaron como los sectores más beneficiados, aunque desde principios de enero el aumento en las ventas ha salpicado prácticamente a casi todos los sectores. Según apuntó Alcoba, el gasto medio de los melillenses en esta Navidad ha oscilado entre los 100 y los 200 euros.
Cabe destacar que, al consumismo característico del periodo navideño, hay que añadir un nuevo aliciente para los compradores: las rebajas. «En Melilla hace años que dejó de notarse la fiebre del consumismo», argumentó Alcoba. Por este motivo, muchos comerciantes decidieron tirar de descuentos atractivos para incentivar las ventas antes de la llegada de Sus Majestades de Oriente.
Aunque estas rebajas se prolongarán hasta principios de marzo, vaticinó el representante de ACOME que su repercusión irá decreciendo conforme se acerquen los últimos días de este mes. «El mes de enero siempre es fuerte, pero febrero es el mes más flojo del año con diferencia», explicó.
Las ventas se mantienen
Los propios comerciantes aseguraron que, aunque no ha sido un mal año, tampoco han notado incremento en las ventas navideñas respecto a años anteriores. «Pero lo importante es que no vayan a menos», apuntó optimista Ana Rueda, propietaria de Happiness, una tienda de moda y artículos varios situada en la calle Ejército Español. Según afirmó, en su comercio sí ha notado cómo la crisis ha ido a menos: «Yo abrí hace cinco años, en plena crisis. Desde hace tres años los melillenses están más dispuestos a gastar en las compras de Navidad», sostuvo.
Distinto es el análisis que ofreció Ino Hernández, de la Librería Mateo e Ino, situada en plena avenida Juan Carlos I. «Hay que diferenciar la primera etapa de la Navidad, que va desde primeros de diciembre hasta final de año. La segunda fase es la que empieza a principios de enero, en los días previos a los Reyes Magos», explicó.
Según sostuvo, la primera etapa fue «muy mala» en cuanto a ventas, ya que «la gente se va de puente y hace sus compras fuera de Melilla». Afortunadamente, el segundo periodo fue más agradecido: «Como dejamos todo para el último momento, sí que está siendo bastante mejor». Según dijo Hernández, esta tendencia coincide con la vivida en años anteriores.
Inconvenientes
Por otro lado, señaló Julián García, de la Joyería María Eugenia, que las ventas navideñas no terminaban de superar a la de años anteriores debido, en parte, a factores externos como la posibilidad de comprar por internet, algo contra lo que difícilmente pueden luchar los pequeños negocios.
No obstante, añadió el joyero del establecimiento de la avenida principal que, a estos inconvenientes, había que sumar que «nos cierran la avenida en días inesperados». Ante esto, se quejó de que la Ciudad no consulta a los propios comerciantes este tipo de actuaciones, a pesar de ser los principales afectados.
