Un año más y con la colaboración de muchos socios, la Casa de Melilla en Valencia que preside desde hace años José Luis Caras se pudo compartir una jornada festiva, alrededor de la figura de San Valentín, simbolizada por ese corazón que presentan los distintos reclamos comerciales.
La historia, basada en un relato histórico sobre San Valentín, se remonta en la noche de los tiempos, con distintas versiones, una de ellas es que como cura había servido en el templo durante el reinado de Claudio III.
Cuando este emperador decidió que los jóvenes debían ser soldados, prohibió el matrimonio, a fin de disponer de hombres sin ataduras para sus conquistas.
A este cura Valentín este decreto le pareció una injusticia, y saltándoselo a la torera siguió con el rito de casar a jóvenes parejas en secreto.
Cuando fue descubierto acabó encarcelado, por el desafío al Emperador. Y según cuenta este mismo relato, que enamorado de la hija de su carcelero, le escribió una carta de amor, que aún perdura en el tiempo como símbolo del amor eterno.
Los responsable de la casa regional consideran que quizás todo sea un relato difícil de constatar, “pero muchos pueblos lo hemos asumido como un día especial para decirle a nuestra pareja, que sin lugar a dudas la seguimos queriendo a pesar de los años que hayan trascurrido desde que dijimos… aquello de ¡ Si Quiero¡¡”.
