Los médicos de Melilla se han sumado hoy de forma masiva a las movilizaciones convocadas en toda España contra la reforma del Estatuto Marco propuesta por el Ministerio de Sanidad. A las once de la mañana, los facultativos se han concentrado a las puertas de los centros de salud y del Hospital Comarcal bajo un grito común —“Estatuto Marco ya”— para exigir una mejor calidad asistencial y condiciones laborales dignas.
La presidenta del Sindicato Médico de Melilla (SMM), Elizabeth García Cortacero, explicó ante los medios las razones que han llevado a los profesionales a secundar esta tercera jornada de huelga nacional.
“No podemos seguir normalizando este maltrato laboral”
García Cortacero recordó que, tras años sin movilizaciones y después del enorme desgaste sufrido durante la pandemia, “los médicos hemos conseguido unirnos a nivel nacional para parar un maltrato laboral que lleva décadas normalizado”. Subrayó que, aunque desde fuera se perciba la profesión como estable, “lo relevante no es si hay trabajo, sino en qué condiciones”.
La presidenta del SMM insistió en que las guardias de 24 horas son incompatibles con la seguridad del paciente y con la calidad asistencial. Apuntó que existen evidencias científicas que demuestran que un médico, tras un número determinado de horas sin descanso, pierde capacidades equivalentes a las de una persona que ha consumido alcohol. “No podemos seguir manteniendo un sistema basado en la privación de sueño con responsabilidades tan críticas como la vida de los pacientes”, afirmó.
Horas no reconocidas y precariedad persistente
García Cortacero denunció además que ni las guardias presenciales ni las localizadas computan como tiempo trabajado, pese a suponer entre cinco y seis años adicionales de actividad no reconocida a lo largo de una vida profesional: “Pagamos impuestos por esas horas, pero no cuentan para nuestra carrera laboral”.
Respecto al contenido del nuevo Estatuto Marco, lamentó que, después de casi treinta años de espera, no incorpore mejoras reales, mantenga niveles “inadmisibles” de precariedad e incluso permita contratos de días o semanas. “Tras tantos años de estudio y con la responsabilidad que asumimos, es inaceptable que persista la temporalidad”, añadió.
Críticas a las cifras del seguimiento de huelga
La presidenta del SMM también cuestionó los datos difundidos por INGESA, asegurando que “no reflejan la realidad”, ya que incluyen a profesionales de vacaciones, de baja o en servicios mínimos. Según explicó, si se contabiliza únicamente a quienes tienen la posibilidad efectiva de ejercer el derecho a huelga, el seguimiento es muy superior al que comunica la Administración.
El traslado al nuevo hospital condiciona la participación
García Cortacero reconoció que el proceso de traslado al nuevo hospital (HUME) ha influido en que algunos facultativos optaran por no sumarse a la huelga, dada la importancia de garantizar que este cambio se ejecute correctamente. Recordó que esta es ya la tercera fecha planteada para el traslado, si bien valoró positivamente que la nueva dirección haya contado con los profesionales.
La posible fecha para el traslado, señaló, podría ser el 16 de diciembre, aunque aún depende de la resolución de algunos aspectos técnicos.
