Dan lugar a las faltas de respeto que nos debemos entre sí, camino de la agresión. Rajoy recibe un puñetazo de un "valiente" a traición por la espalda. El niñato escudado en esa edad límite entre ¿menor? y adulto, aprovecha tal condición para salir en TV y Prensa.
Pero porqué, pues sencillamente, porque lo que vio como falta de respeto personal de Sánchez a Rajoy (de palabra) sonaba a música celestial en los medios de comunicación, así de sencillo.
Espero que la razón se imponga y no de pié para exhibicionismo del tarado y aireado de tal acción como medio de atracción para vender más.
Estimo que ha llegado el momento, y que mejor que este, para cambiar la edad del menor y considerar que si en su momento se amplió el largo de los somieres por crecimiento de la población, es lógico que se adapte la edad del menor a 12 años, teniendo en cuenta además que, con trece hoy en día son actos para agredir, robar y… dejémoslo ahí. Otra cosa es que haya un atenuante, pero que atenuante puede tener un "valiente" agresor que se atreve a agredir al aún Presidente de España, amparado en la edad, la traición (por la espalda) y el imperio de la ley. Tiene guasa el derecho que obvia la obligación del respeto a los demás.
Hasta cuándo vamos a tener que seguir con esta impunidad que a la vista entre otros muchos casos, ha demostrado que los legisladores se pasaron de rosca.
Hasta cuándo vamos a tener que aguantar el ¡asesinato! de mujeres ante tanto "valiente" que por superioridad de fuerza, luego él se "auto lesiona". No se hace el harakiri, no, solo se autolesiona. Pobrecitos. Y lo curioso es que la divina social democracia desde su demagogia "protectora" del individuo, no apoya la perpetua renovable. Y los demás qué, ponemos la otra mejilla, hasta la próxima… ¿53? Manda narices el ver como entienden la democracia humanista de logia ingrata. A saber cuál ha sido su ¿juventud?
