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Los indecisos decidirán el resultado electoral del 28 de mayo

Unas notas previas

España tiene que recuperar la centralidad, volver a hacer políticas para la inmensa mayoría, como en la Transición. Lo leo, el pasado sábado, declarado por una catedrática catalana, que fue amenazada durante el franquismo por pedir el bilingüismo y perseguida ahora, en democracia, por el Gobierno catalán, por lo mismo.

Una definición magistral de ideología: un sistema de creencias compartido, que por lo general supone la visión de una utopía que justifica la violencia ilimitada en pos de un bien ilimitado (“Los ángeles que llevamos dentro” de Steven Pinker). Así se explica lo del párrafo anterior.

Las redes sociales: favorecen el ascenso de dictadores y priorizan la difusión de mentiras por encima de los hechos, según la filipina María Ressa, Premio Nobel de La Paz y directora del diario digital Rappler. Es un error monumental apoyarse en las redes para intentar ganar votos.

También lo es recurrir a las trampas y a las compras de votos. Puede pasar como con las irregularidades del caso Negreira, que van mucho más allá de lo deportivo y exigirán una respuesta jurídica y política a la altura del daño producido (ABC del domingo pasado).

Melilla y Ceuta en el mundo

Otro gran colaborador de nuestro periódico publicó el 26 de febrero un artículo, “Una visión geopolítica de Melilla y Ceuta”, de enorme importancia para nuestro presente y nuestro futuro. En el penúltimo párrafo del artículo decía: “Marruecos mantiene la presión sobre España, e indi­rectamente sobre la Unión Europea, mediante el des­arrollo de lo que se ha dado en llamar una estrategia de ‘zona gris’, en este caso multidimensional y sincro­nizada para minar gradualmente a España y, quizás, lograr sus objetivos de integración de estos territorios españoles en sus fronteras. Aunque dudo que ese sea su objetivo último, porque entonces Marruecos perde­ría la capacidad de influir sobre España, que ahora tiene”.

Me pidió mi opinión sobre publicar un segundo artículo con el mismo tema de fondo y mi respuesta fue: “Sí creo que sería bueno un segundo artículo. Yo creo que el mayor peligro para las dos ciudades no es tanto militar como económico y de infiltración, en Ceuta y Melilla, por las buenas o por las malas, de personas con intereses en Marruecos y/o sensibles a ser comprados. La defensa de las dos ciudades ha de ser europea, de ahí la absoluta necesidad de entrar en la Unión Aduanera, e intentar concretar y resaltar la importancia para Europa y el mundo occidental (importancia económica, sobre todo) de dos ciudades europeas en el Norte de África.

Elecciones y campañas electorales

La suerte es el cuidado de los detalles, decía Winston Churchill, un maestro de la persuasión. Fijémonos en los detalles, de cara a las elecciones de dentro de menos de 3 meses y en lo que, en mi opinión (y la de mi experimentado y genial amigo Joaquín Lorente) deberían ser las buenas campañas electorales.

Sobre los indecisos, que son más de un tercio de los votantes en las campañas electorales. Las campañas deben dirigirse fundamentalmente a ellos, a los indecisos, que son el elemento clave al que dirigir la propaganda. Y los indecisos, necesitan síntesis (no comunicaciones extensas) y concreción (no pasando la campaña dedicándose a castigar a sus adversarios -una campaña política se dirige a los ciudadanos, que votarán a aquél con el que puedan salir ganando algo concreto, al que crean que va a mejorar una situación concreta. Lo importante es hacer cosas: el candidato no debe hablar de política, sino explicar cosas concretas, soluciones concretas, en el mismo leguaje claro con el que le preguntan (utilización de folletos).

Un ejemplo: “Melilla no puede ser una sucursal”. Saber que el indeciso siempre vota a ganar. El eslogan: “Hacemos y haremos, Somos y seremos”.

¿El candidato? Siempre tiene que presentarse como un ganador -ante la duda entre dos candidatos, el indeciso se inclina los últimos días por aquél que intuye que va a ganar. En contra de lo que muchos creen, los ciudadanos votan los criterios del candidato, no sus trajes o sus corbatas. Debe aparentar constantemente una actitud de seguridad y serenidad. Los nervios descapitalizan, distorsionan y desconciertan. Serenidad, incluso para reaccionar ante los ataques.

Compenetrarse íntimamente con la ciudad. Dos meses antes del inicio de cualquier campaña, existe ya en el ambiente general el clima para poder captar comentarios, actitudes, que son muy válidas para ir detectando el panorama. Más que lo que dicen los políticos, interesa lo que piensan los taxistas, los camareros, los funcionarios de niveles de a pie, (que son más que los jefes), las amas de casa, los jubilados que toman el sol… en definitiva: los ciudadanos.

Sobre el lenguaje: eliminar en todos los mensajes la palabra “Vota”. hasta que no lleguen los últimos días de la campaña. El “vota” es lo que los partidos quieren, no lo que quieren los ciudadanos. La gente lo que quiere es que se le informe, se le convenza e incluso que se les seduzca. Ningún buen vendedor inicia su conversación diciendo “compre”.

Posdata a los dirigentes de los partidos: aprovechar estas ideas; son gratis.

Frases

Es un error monumental apoyarse en las redes para intentar ganar votos

El mayor peligro no es tanto militar como económico y de infiltración, en Ceuta y Melilla, por las buenas o por las malas, de personas con intereses en Marruecos y/o sensibles a ser comprados

Más que lo que dicen los políticos, interesa lo que piensan los taxistas, los camareros, los funcionarios de niveles de a pie, las amas de casa, los jubilados que toman el sol… en definitiva: los ciudadanos.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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