Jorge Pujol, el “jefe de la banda, junto a la madre superiora y sus seminaristas”, en 1983 fue el primero que se dió cuenta de que la Generalidad debía subvencionar a algunos medios de comunicación, para que apoyasen las lenguas cooficiales. Medida plausible si hubiese sido para lo que prometió, y que todos nos creímos, como apoyar la lengua y la cultura catalana. ¿Les suena algo de esto en nuestra ciudad?. Claro que el catalán sí que es español, y la lengua que reclama ese partido, es extranjera, o sea: rifeña, y por ende marroquí, que ya en el art. 5º H, del Estatuto de la Ciudad, la promueve y valora … …suficientemente, aunque eso es otra historia. Pero el trasfondo de Pujol era más retorcido y perverso. Por entonces los que manejaban a CiU, tenían un argumentario, que era cómo introducir a los nacionalistas en los lugares claves de los medios de comunicación; y supuestamente tentando a informadores, y corrompiendo a alguno de ellos, … no sé. El caso es que volcaron mucho dinero público, que pagábamos entre todos, con una escalada de subvenciones premiando las editoriales más proindependentistas, como El Punt Avui, o Ara, que según dicen han sido los que más dinero han recibido en comparación con sus tiradas. Y mientras, los distintos gobiernos centrales, temiendo que el “President” moviera el árbol y cayeran las ramas podridas de las incipientes corrupciones pasaron olímpicamente del tema,
El caso es que toda esta mierda fue cada día aumentando hasta el punto, recuerden, de cambiarle la bandera española al corredor Purito Rodríguez, por la catalana en los Juegos Olímpicos. También resultaba preocupante cuando, retorciendo la Historia, a los niños catalanes en las escuelas, se les explicó que en 1714, “Cataluña pedía su libertad”. También fue muy grave cuando se escuchaban insultos y amenazas contra los no independentistas en los medios públicos. Pero aún nos quedaba por ver la quema de un ejemplar de la Constitución en directo en TV3, o la explicación en Catalunya Radio, de que Mas era juzgado por ser Presidente, no por lo que era en realidad: desobedecer al Tribunal Constitucional. Yo, como un humilde cartero jubileta, pienso que la información que reciben los catalanes a través de sus medios de comunicación públicos, es pura metralla dialéctica-ideológica, cuyas esquirlas engañosas, dañan nuestra inteligencia como seres humanos, y por ende como españoles, tanto de Cataluña como del resto del País.
Por otra parte, el ministro Méndez de Vigo, ha querido lanzar un mensaje de calma y sosiego, asegurando que, llegado el caso, el Estado garantizará los servicios públicos y el pago a los proveedores de Cataluña. Y si la comisión de expertos, los llamados “hombres de negro de Montoro”, toman el control de las finanzas catalanas, la Administración Central suplirá las funciones de la Generalidad garantizando esos servicios públicos. Creo que estos expertos podrán solicitar, en plan autoría, y la administración que corresponda, estará obligada a facilitar, cualquier dato o información, respecto a las partidas de ingresos o gastos. Y como el art. 155 de la Constitución, abre la puerta a la suspensión de esa Autonomía, en este caso de Cataluña, adoptará las medidas necesarias para obligar su ejecución forzosa. De esta forma no veremos, como en octubre de 1934, a la Guardia Civil por la Vía Layetana, escoltando a los Mozos de Escuadra, detenidos, que por cierto, éstos cobran casi 1000 euros más al mes que la Policía Nacional, siendo el Mº del Interior quien abona los sueldos de esos cuerpos.
Los promotores del ilegal referéndum del 1-O, muy sibilinamente quieren establecer un paralelismo con el movimiento secesionista del 6.10.1934, cuando Company proclamó su “Estat Catalá”. Y a mí, que la figura de Azaña siempre ha sido un referente en la política española, por ser uno de los más brillantes estadistas, si no el mejor, me agradaría recordar que sobre el desafío que estos separatistas le están haciendo al Estado, deberían recordar a la mitológica “Némesis”, diosa de la Venganza, cómo castigó a “Narciso” por su engreimiento, haciendo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente, y en una contemplación absorta, pasmado e incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. Creciendo en el sitio donde su cuerpo había caído, una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de “Narciso”. Pero de esta gente arrogante, engreída, altanera y “sinlachona”, no va a crecer flor alguna, porque sabemos que aquéllos, que de modo narcisista les agrada mirarse en el reflejo en las aguas de la Historia, para cambiarla a su antojo, no tienen cojones luego de salir a flote cuando caen en ellas, como le ocurrió al engreído “Narciso”, que se quedó en el fondo del estanque para toda la eternidad.
Entonces Azaña se jugó su gran prestigio en la defensa del primer Estatuto de Cataluña, que se aprobó en la II República en 1932, cuando era Presidente del Gobierno, pero hoy Puigdemont y sus adláteres lo repudiarían; porque con respecto a la autoproclamación de la República Federal, que Company proclamó dijo: “… No puede haber República federal, hoy por hoy, compuesta de dos miembros: uno, Cataluña, y otro, el resto de España, porque esto sería una monstruosidad política y orgánica y, por consiguiente, no se puede tomar en serio…”. Por eso yo pienso que el alzamiento de las banderas esteladas (“estrelladas” copiadas de la de Cuba), es de una inutilidad manifiesta, ya que están expuestas a caer por el precipicio en que las han colocado estos embusteros de la Historia.
Y ahora fíjense en algunas frases de personas que se encuentran en la “pomada política”: El ex ministro Margallo dijo: “…En Cataluña podíamos habernos encontrado con un cáncer terminal, pero tenemos una neumonia”. Albert Boadella: “…Llegados aquí, hay que dejar que Cataluña se suicide. Yo incluso les pegaría un empujoncito…”. Francisco Vázquez: “…No hay diferencia entre un judío perseguido por los nazis y un niño catalán castigado por hablar español…”.
Rodríguez Ibarra: “…Lo que hace el Parlamento Catalán es golpismo. España no está acostumbrada a un ataque desde dentro, como el de Mas. Hitler y Mussolini hicieron lo mismo”.
Y para terminar, es mi deseo que Gabriel Rufián, portavoz adjunto en el Congreso de ERC, siga haciendo honor a su ilustre apellido, en todas sus entrevistas y declaraciones de ojana.
