San Antonio, el patrón de los solteros volvió a recorrer las calles del Barrio del Real en una tradición recuperada hace una década por la Casa de Ceuta en Melilla y que en 2014 no pudo llevarse a cabo por motivos organizativos. La talla de San Antonio, restaurada en 2012 gracias a las aportaciones de la entidad caballa y a Patrimonio de la Ciudad Autónoma, pudo cumplir con su salida procesional portado en esta ocasión por 25 hombres, y acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su Dulce Nombre. Detrás, un grupo de melillenses de todas las edades que también había arropado la ceremonia religiosa en la que se bendijeron los codiciados panecillos del santo. Las campanas del templo de San Agustín, en el Barrio del Real, resonaron en una relativamente fresca tarde de levante melillense que aún así no mermó los ánimos de los fieles y creyentes que acudieron a participar de la ceremonia religiosa que se ofició con motivo de la celebración de San Antonio, el patrón de los solteros y solteras, los pobres y de la ciudad de Ceuta. No en vano la iniciativa de recuperar las fiestas de San Antonio hace ya una década fue la Casa regional de Ceuta en la ciudad.
Misa
En el interior del templo, un abigarrado público, compuesto por mujeres, hombres y jóvenes, se acomodaba en los asientos para seguir el desarrollo de esta Eucaristía tan especial. Tras las ofrendas, el padre Rafael López, procedió a la bendición de los llamados panecillos del Santo, 300 en total, que se repartieron entre los asistentes y con los que se viene a recordar la gran labor de auxilio que realizó el santo hacia los más pobres, con los que compartía su pan.
Hay quienes guardan este panecillo bendito en una bolsa blanca y al año siguiente lo moja en paz y se lo da a comer a las palomas porque, según dicen, se asegura así que en su hogar nunca falte el pan. Otros, prefieren regalarlo a familiares y amigos buscando traerles suerte. Hay también quién los ofrece al santo en busca de un amor y otros, simplemente, lo comen bien para curar una dolencia o para atraer la buena suerte.
Procesión
Acto seguido se inició la salida procesional de la talla del santo, que salió portada a hombros de un grupo de hombres que vestían para la ocasión pantalón blanco, zapatos azul y una camiseta con la imagen del santo donada por la Casa de Ceuta. Los portadores, dos cuadrillas de 14 hombres que se relevaron, siguieron al detalle las indicaciones del capaz de trono, Jesús Blanco, un destacado socio de la casa regional ceutí. La comitiva que acompañó al santo estuvo encabezada por dos mujeres ataviadas con los trajes regionales de Ceuta y Melilla, y además de los responsables de la Casa de Ceuta, asistieron en representación de la Ciudad Autónoma el presidente en funciones, Juan José Imbroda, el diputado Antonio Gutiérrez, los viceconsejeros en funciones Carmina San Martín y Francisco Díaz, y hermanos mayores de varias de las cofradías de la Ciudad y de la Hermandad del Rocío.
El acompañamiento musical lo puso la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su Dulce Nombre que interpretó toda una serie de temas de gran belleza. La agrupación musical acudió esta pasada Semana Santa a participar en la salida procesional del Jueves Santo ceutí.
El recorrido que realizó ayer el trono de San Antonio se inició en la puerta de San Agustín para continuar por la Calle Jiménez Iglesias, para enlazar con la Calle Cataluña, La Legión y Lugo. Una vez en la puerta de la Casa de Ceuta en Melilla, se puso fin a la salida procesional y se ofreció a los asistentes un refrigerio. La talla del santo permaneció en los locales de la entidad caballa hasta las doce y media de la noche, al objeto de que todo aquel que quisiera, pudiera contemplarla o hacer una petición.
