Una mañana más, los facultativos del Hospital Comarcal volvieron a concentrarse este miércoles, para exigir la solución a un conflicto que pone patas arriba el sistema sanitario público melillense desde hace tres meses.
Los especialistas esperaban un punto de inflexión al conflicto a partir de ayer mismo, tras la reunión mantenida a las doce del mediodía entre el presidente del Sindicato Médico, Leopoldo Rodríguez y miembros del Comité de Huelga con un alto cargo de INGESA Madrid.
“Tenemos confianza en que sea el principio del fin y en que vengan con los deberes hechos y con capacidad total y absoluta de tomar decisiones que finalmente sirvan para algo”, señalaba Elisabeth García Cortacero, especialista de Medicina Interna del hospital.
Al término del encuentro, horas después, fuentes del Comité de Huelga catalogaron la reunión de “auténtico desastre”. “Ha llegado la misma de siempre para pedirnos que desconvoquemos la huelga y que a raíz de ahí, ellos iban a buscar una solución; es decir, después de tres meses vienen en ese plan”, criticaban.
En este clima de crispación, los facultativos ponen en duda la capacidad de gestión del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria. “Nosotros ya pensamos que el INGESA es un órgano incompetente por dos razones, una, porque ellos dicen no tener competencia; y otra, porque no sirven, no saben hacer nada. No les interesa la Sanidad, no se enteran; aunque para eso hay que tener cómplices”, insisten.
La comunicación entre ambas partes es prácticamente nula, hasta el punto, en que una hora antes del encuentro con INGESA Madrid, los facultativos desconocían si su director territorial en Melilla, Omar Haouari, iba a estar presente.
“El que no venga no me sorprende, porque estar a la sombra es la dinámica que ha seguido durante estos meses; sin informar de sus movimientos y sin apenas ponerse en contacto con nosotros, hasta muy recientemente. En mi opinión, no está actuando de forma correcta. Por decoro, Haouari debería dar un paso atrás en esto, tener suficiente dignidad y dejar el cargo, haciéndose responsable un poco de esta situación tan dramática a la que hemos tenido que llegar. Espero que no se ponga ahora la medalla de que ha solucionado el conflicto, en el caso de que la reunión sea fructuosa”, señalaba la facultativa momentos antes del encuentro.
Por otro lado, en relación a las declaraciones de Elisa Perlado sobre las deficiencias en la infraestructura del nuevo Hospital, García Cortacero, manifestó que concretamente ella no había tenido la oportunidad de conocer oficialmente “absolutamente nada” del hospital nuevo, aunque sí tenía conocimientos, de que posiblemente “nos encontremos con un hospital que no cubra posiblemente las demandas que necesitan, ni siquiera, las mínimas que tenemos en el Comarcal”.
“Es cosa nunca vista que un hospital tenga un quirófano con ventana, cuando tiene que estar totalmente hermético”, apuntaba; lamentando tratarse de un proyecto que en un principio se trabajó muy bien, con miles de reuniones mantenidas entre la dirección médica y gerencia del INGESA, con los distintos jefes de servicio, pero que, en el momento en que se establecieron una serie de necesidades para el hospital nuevo, que “ya no les interesó cubrir”, continuaron con una empresa externa; dejando claro con esto, que el INGESA “no confía” en los profesionales que tiene en Melilla trabajando.
