La Guardia Civil ha localizado a los tres menores responsables del aviso falso de bomba del pasado miércoles, por el que hubo que desalojar las Torres V Centenario. Son marroquíes, acogidos en el centro de la Purísima y han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores. Al autor, que se inventó que "dos hombres con aspecto de islamistas radicales" habían colocado un coche bomba en el parking subterráneo del Noray, se le imputa un supuesto delito contra el orden público. "Dos hombres de aspecto islamistas radicales han colocado un coche bomba". Es lo que escuchó el policía portuario que se encontraba en la caseta de acceso al Puerto Noray a través del interfono de la de la puertas de acceso al parking subterráneo. Fue el pasado miércoles, en torno a las 14:10 horas, como ya informó este Diario. El Centro Operativo de Servicios de la Comandancia, dimanante del 062, Sala de Control del Puerto de Melilla, recibió la llamada por la que informaba del comunicado que había recibido el policía portuario. Se activó el protocolo establecido para estos casos por parte del equipo EByL (Equipo de Búsqueda y Localización de Explosivos), auxiliados por los canes detectores de explosivos de la comandancia, junto a otras unidades de la misma. "Desde el primer momento", los especialistas determinaron que se trataba de un aviso falso, una llamada "maliciosa" que se atribuyó a jóvenes.
Marroquíes de la Purísima
Por la indumentaria y las características, la Guardia Civil creía que se trataba de tres personas menores de edad, lo que se ha podido constar finalmente. "La activación de las patrullas de servicio, que contaban con las características físicas e indumentaria que portaban, conllevó la plena identificación y localización de los mismos en las próximas horas de haber cometido el hecho delictivo", según informaba ayer la Benemérita. Las diligencias se han llevado a cabo bajo la dirección y supervisión de la Fiscalía de Menores. El autor del aviso tiene 17 años, aunque está a punto de alcanzar la mayoría de edad. Se le imputa un delito contra el orden público. Tanto él, como las otras dos personas que lo acompañaban, también menores, son marroquíes, acogidos en el Centro de Menores de la Purísima, según informó ayer la Guardia Civil.
