Un hombre está acusado por el presunto delito de daños. Según se denunció, el hombre subió al techo de un vehículo, causándole destrozos valorados en 1.214 euros. El procesado, por su parte, declaró en la vista que no recordaba nada de los hechos, ya que en la época en la que ocurrieron solía sufrir crisis agudas de esquizofrenia, enfermedad que ahora controla con un tratamiento. Según los agentes de la Policía Nacional, el acusado les reconoció que subió al coche para evitar ser agredido por tres hombres. Un hombre se encuentra procesado por un delito de daños que, presuntamente, cometió durante un episodio de crisis esquizofrénica. Según se le acusa, el 29 de marzo de 2015 destrozó un vehículo, modelo Peugeot 207, que permanecía correctamente estacionado en la calle Falangista Antonio Bermejo de Melilla.
El procesado aseguró que no recordaba nada de los hechos que le habían conducido al banquillo de los acusados. Según apuntó, en aquella época solía padecer «crisis nerviosas» causadas por la enfermedad. Actualmente, continuó explicando, sigue un tratamiento que le permite hacer vida normal.
Los denunciantes, tres miembros de la misma familia, no se presentaron en la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. Los agentes de la Policía Nacional que intervinieron relataron ante la magistrada que recibieron un aviso sobre las 02.00 horas de la madrugada porque «un señor se había subido al coche».
Miedo a ser agredido
Cuando los policías llegaron al lugar, los denunciantes le explicaron que, estando en casa, escucharon ruidos de la calle y se asomaron a la ventana. Desde su vivienda vieron al acusado haciendo pintadas en un muro de la calle y decidieron bajar a la calle para recriminarle su actitud, según comentaron al agente.
Los policías también tomaron declaración al procesado. Según dijo, ante la «actitud nerviosa» de los denunciantes, se resguardó de ellos subiéndose al techo del coche para evitar ser agredido. «Por miedo a que le pegaran se subió», afirmó el agente. «No lo vimos ni pintando ni subiendo al coche, pero él nos lo reconoció», agregó.
El propietario del vehículo aclaró en la vista que su automóvil permanecía «destrozado» y que los daños habían sido valorados en 1.214 euros.
Nadie presenció los hechos
Tras finalizar las declaraciones de los testigos, el letrado del acusado solicitó una sentencia absolutoria para su representado, argumentando que “ninguno de los que han declarado vieron que el procesado hubiera destrozado el coche”.
Por su parte, la Fiscalía reclamó una sentencia condenatoria para el acusado. No obstante, no pidió pena de cárcel, ya que el médico forense certificó que el hombre podría haber actuado bajo la influencia de un episodio de esquizofrenia. Lo que sí reclama al procesado por el delito de daños es que abone los 1.214 euros por los destrozos al vehículo.
La juez tendrá que decidir.
