El cine latinoamericano ha copado los principales premios del Festival Internacional de Cine y Memoria Común de Nador que este año ha celebrado su novena edición online por motivos de seguridad derivados del Covid19. Esta edición extraordinaria se ha celebrado bajo la inspiración del lema ‘Marruecos y América Latina: cine, memoria e historia en tiempos de pandemia’, orientando así su temática hacia una realidad sobrevenida de una crisis sanitaria muy actual, aunque en este caso centrando la mirada entre las dos orillas del Atlántico.
Por Marcos Rober Los miembros los tres jurados internacionales han trabajado desde sus domicilios ubicados en diferentes países del mundo y han debatido sobre la calidad de las recientes producciones cinematográficas presentadas a concurso. Tanto los tres jurados como el público en general han accedido al visionado de las películas -21 en total- registrándose a través de la plataforma española Festhome.
Las películas premiadas por el jurado de largometrajes de ficción presidido por el cineasta venezolano Atahualpa Lichy reflejan en su diversidad temática una visión moderna de hacer cine, así como un compromiso con las causas vitales del hombre, abogando por la dignidad y por la vida. El gran premio FICMEC Marchica ha sido para la producción venezolana ‘La fortaleza’, dirigida por Jorge Thielen Armand, una película vanguardista con escenas estremecedoras en la selva amazónica a través de un protagonista que busca recuperar su identidad y redimirse de sus conflictos internos. Una gran obra por su estructura, edición, sonido y brillante actuación, a juicio del jurado.
El jurado de largos también ha otorgado una mención especial a la cinta brasileña ‘Pureza’ de Renato Berbieri, una película desgarradora narrada desde el dolor de una madre que busca a su hijo en la Amazonía brasileña.
El premio al mejor guión ha sido para la producción costarricense ‘El despertar de las hormigas’ de Antonella Sudasassi Furniss, por sus elementos narrativos que parten de la realidad de una familia humilde, contando a través de la mirada y voz de su protagonista cómo hacer de la sutileza un arma para el cambio.
El premio a la mejor interpretación femenina ha sido para Gabriela Cartol, protagonista de la película mexicana ‘La camarista’ y el premio al mejor actor para Jorge Roque Thielen, protagonista de cinta venezolana ‘La fortaleza’, reconocida como la mejor película.
El jurado de documentales, presidido por el cineasta español Sergio Barce, ha valorado las seis producciones presentadas y decidió reconocer a dos documentales latinoamericanos dirigidos por mujeres. El gran premio Driss Benzereki ha sido para el film colombiano ‘La Sinfónica de los Andes’ de la realizadora Marta Rodríguez, por su calidad artística y técnica, con una sólida estructura narrativa, un excelente montaje y una buena fotografía. El jurado destaca la valentía de su directora al abordar varios temas muy comprometidos: la llamada de atención sobre la situación de violencia que padece el Cauca colombiano y la puesta en valor de los jóvenes que, para salir de esa situación, se han refugiado en la música como antídoto a esa violencia que han padecido.
En cuanto al premio de la Búsqueda Documental, ha sido para la película ecuatoriana ‘Cuando ellos se fueron’ de Verónica Haro, valorando su valor antropológico, al lograr con su conmovedora historia recuperar la memoria de los mayores de un pueblo.
Finalmente, el jurado de cortos, presidido por el realizador marroquí Ahmed Said Kadiri, ha decidido otorgar el primer premio a la cinta francesa ‘Le temps des autres’ de Vahid Karami que analiza cómo debe reaccionarse ante problemas personales extremos, si olvidando o si perdonando. Y hubo mención para el cortometraje español ‘Rígido’ de Pablo Miralles y Fernando M. López, una reflexión sobre las contraindicaciones del perfeccionismo cargada de humor negro.
Paralelamente al visionado online de las películas, también se han desarrollado actividades de debates con mesas redondas sobre el cine en Marruecos y América Latina en tiempos de pandemia y sobre la historia y la memoria entre América Latina y Marruecos a modo de miradas cruzadas.
Debido a las circunstancias excepcionales derivadas de la pandemia mundial del coronavirus, este certamen cinematográfico internacional centrado en los derechos humanos ha podido ser accesible para la participación desde cualquier parte del mundo, habiéndose convertido así esta novena edición en la más internacional de su historia. Tan sólo ha habido dos actividades presenciales en el programa, respetando las limitaciones de aforo obligadas por las normas sanitarias. En efecto, los actos de inauguración y de clausura así como algunas proyecciones de películas para los estudiantes en el salón de actos y de proyecciones de la Facultad Multidisciplinar de la Universidad Mohamed I han supuesto un avance importante en la conexión entre este certamen cinematográfico que proyecta la imagen de Nador por el mundo y el ámbito académico universitario que promete tener continuidad en sucesivas ediciones.
Clausura del festival
La novena edición del Festival Internacional de Cine y Memoria Común de Nador ha concluido el sábado por la tarde con la lectura de los premios del palmarés y con un discurso del director y fundador del certamen Abdesslam Boutayeb en el que ha sorprendido a los asistentes anunciando que la décima edición del festival no se celebrará en Nador, sino en la ciudad sureña de Dajla, la antigua Villa Cisneros durante la colonización española del Sáhara Occidental. Boutayeb también ha adelantado el objeto temático del décimo aniversario del evento cinematográfico que será “Marruecos, puente entre la ruta de la seda y la ruta de los Incas”, ampliando así el ámbito global y temático de un festival que crece superando todo tipo de dificultades y se consolida cada año más.
