Una vez concluida la segunda fase, que ha ido más allá de la Mezquita Central, el vicepresidente primero señala que comienza la tercera, que se prolongará hasta la rotonda – Además, en unos 15 días concluirán también las obras en la plazoleta
El final de las eternas obras de remodelación que se están acometiendo en la calle García Cabrelles, en el barrio del Rastro, puede estar más cerca que nunca, concretamente, en un plazo aproximado de dos meses, según ha señalado a los medios el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín.
Así, una vez concluida la segunda fase de dicha obra, que se extiende más allá de la Mezquita Central, arranca la tercera y última fase, que se prolongará hasta la rotonda de dicha vía. A demás, anuncia que en un plazo aproximado de 15 días concluirán también las obras de adecentamiento de la Plazoleta del Rastro, iniciadas en la anterior legislatura al igual que las obras en García Cabrelles.
Una vez finalizadas dichas obras, este emblemático barrio de Melilla “va a cobrar una vida especial”, ya que, entre sus planes, pretende convertir al Rastro en un espacio turístico “de primer nivel”, “darle vida” y que, de este modo, “florezca” su economía.
A preguntas de los periodistas, Marín ha confirmado que este plan de revitalización del barrio incluye una rehabilitación integral de edificios.
“Empujón”
El presidente de la Asociación de Comerciantes del Rastro, Yusef Kaddur, ha agradecido al Gobierno de la Ciudad el “empujón” que le ha propinado a las obras en dicha vía, así como la labor que está desempeñando en pro de los comerciantes y empresarios de la zona.
Así, confía en que dentro de poco se publiquen las ayudas económicas para los comercios del Rastro ya que, según apunta, el 90% de los negocios de la zona se han visto afectados por dichas obras.
“Esperamos que esto vuelva a la normalidad, porque el Rastro es el pulmón de Melilla y un sitio muy bonito e histórico para que vengan todos los turistas”, asevera.
“Como si nos hubieran amputado las piernas”
Por su parte, el presidente de la asociación CEPROMEL, Yamal Selam, compara el perjuicio económico que han padecido los comerciantes del Rastro a raíz de las obras “como si nos hubieran amputado las piernas”.
“Deseamos que, al menos, nos pongan una prótesis para que podamos seguir adelante y que podamos volver a la normalidad que teníamos anteriormente”, anhela, quien “toma la palabra” del vicepresidente primero de la Ciudad para que se desarrolle “toda la zona” del Rastro.
