2023 que terminó hace cuatro días fue, en materia de inmigración irregular, el año de las llegadas de las pateras o a nado a nuestra ciudad, según los datos oficiales del Ministerio del Interior. Así, en esos doce meses, en nuestra ciudad se registraron un 21 por ciento más de llegadas de “sin papeles” por mar frente a un descenso del 46,1% por tierra.
La migración irregular en España por vía marítima y terrestre ha subido, con un total de 56.852 inmigrantes, un 82,1% en 2023 con respecto al año anterior, cuando llegaron 31.219 personas de forma irregular (25.633 personas más), según el balance quinquenal del Ministerio del Interior, publicado este miércoles 3 de enero.
Por lo que respecta a las dos ciudades autónomas, las llegadas a Ceuta por vía marítima se redujeron un 46%, pasando de 124 llegadas en 2022 a 67 llegadas en 2023, mientras que las llegadas a Melilla aumentaron en un 21,9% (de 169 en 2022 a 206 en 2023).
Por vía terrestre, el total de inmigrantes llegados a Ceuta y Melilla se redujo en un 46,1%, ya que en 2022 llegaron 2.289 personas de manera irregular por vía terrestre y en 2023 las llegadas se han reducido a 1.234 (1.055 menos).
El Ministerio del Interior, tras conocerse estos datos, ha defendido que la migración «es un fenómeno de enorme complejidad en el que influyen numerosos factores» y destacan que la presión migratoria «seguirá existiendo» en todas las fronteras exteriores de la Unión Europea, como se observa también en Italia, en Grecia o en Chipre.
La inestabilidad política y social en muchas zonas de África, el incremento exponencial de la población y la falta de recursos son elementos estructurales que, según apunta el Ministerio del Interior, «no se solucionan de un día para otro».
