Las Escuelas de Educación Infantil de la Ciudad Autónoma de Melilla son centros docentes públicos en los que se imparten el primer ciclo de la etapa de Educación Infantil, que comprende generalmente desde los 4 meses hasta los tres años de edad.
La Educación Infantil tiene carácter voluntario y su finalidad es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y las niñas, y la adopción de las capacidades que les permitan conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias; observar y explorar su entorno familiar, natural y social; adquirir progresiva autonomía en sus actividades habituales; desarrollar sus capacidades afectivas; relacionarse con los demás y adquirir progresivamente las pautas elementales de convivencia y relación social, así como ejercitarse en la resolución pacífica de conflictos; desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión e iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lecto-escritura y en el movimiento, el gesto y el ritmo.
Cada centro de Educación Infantil de la Ciudad, acoge aproximadamente unos ciento veinte niños, con tres monitores por clase, donde se encuentran maestros de pedagogía terapéutica y de infantil, con la impartición de talleres de experimentación.
Muchas de estas Escuelas Infantiles cuentan con servicio propio de cocina, como la E.I. San Francisco, que depende directamente de la Ciudad Autónoma.
En las rutinas diarias, los pequeños desayunan; van a clase para hacer las actividades del día, como las fichas didácticas y actividades pictóricas con estampaciones con las manos y los pies u otro tipo de talleres donde preparan sus manualidades para el Día de las Madres, por ejemplo; posteriormente juegan en el patio, se asean, se preparan para el almuerzo y se echan la siesta hasta que vuelven a sus casas, sobre las 15:00/15:20 horas, explica Mayra, responsable de la Escuela Infantil San Francisco.
Sobre todo, con los niños y niñas de estas escuelas se trabaja mucho la psicomotricidad fina y gruesa, tanto para andar, como para aprender a agarrar y coger cosas
En ellas, van aprendiendo hábitos tan sencillos y a la vez tan importantes como ponerse en la fila para entrar en clase, a los más mayores, donde se preparan para el nuevo ciclo de Educación Primaria; así como el proceso de ir ensenándolos a andar o a aprender a quitarse los pañales, destinado a los más pequeños.
Estos centros, aunque no tienen festivales de fin de curso, si que celebran actividades festivas como Navidad o Halloween.
Como novedad este año, se desarrollan programas de talleres experimentales, con experimentos de fabricación de nieve, o de simulación con un guante para que visualicen cómo la leche sale de la vaca o cómo un líquido puede cambiar de color, etc., que por lo general, tiene mucho éxito entre los niños
La responsable de la E.I. San Francisco ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los padres que dejan a sus hijos por primera vez en las Escuelas Infantiles, sabiendo del temor que puede causar a los progenitores el dejar lo mejor que tienen, en manos de gente desconocida y en un sitio que tampoco conocen. “Que se queden super tranquilos, porque nosotras nos dedicamos a esta profesión porque nos encanta… porque es nuestra pasión. Vendríamos a trabajar sin que nos pagaran, porque es el trabajo más bonito que pueda existir”, manifiesta Mayra.
Al finalizar la etapa infantil, el lazo entre estos niños y sus padres con los educadores es tan fuerte, que terminan siendo prácticamente parte de la unidad familiar.
