El programa Lánzate Melilla, impulsado por la Fundación Telefónica y la Fundación Santa María la Real con la colaboración del Fondo Social Europeo, está cerca de tocar a su fin después de casi seis meses trabajando en equipo para obtener las herramientas que toda persona necesita para obtener un empleo. Aunque comenzaron siendo 24 integrantes, cuatro personas han conseguido hacerse un hueco en el mercado laboral, mientras que otras cinco han optado por continuar sus estudios, y, actualmente, quedan 9 participantes. MELILLA HOY ha querido conocer cómo ha sido la experiencia contada por los propios protagonistas del curso pionero en la ciudad.
El pasado mes de junio arrancaba en la ciudad la iniciativa Lánzate Melilla 2016, un programa que, a pesar de ser pionero, consiguió dar sus primeros pasos con un equipo de 24 personas. Ahora, que apenas quedan unas semanas para que el proyecto que busca fomentar la inserción laboral toque a su fin, algunos de los participantes han querido hacer un balance de la experiencia. Y todos coinciden en algo: ha resultado sumamente enriquecedora.
A pesar de la disparidad de perfiles que aúna Lánzate Melilla, a todos los participantes les unía la preocupación por un panorama laboral incierto. Y, aunque la situación no ha variado mucho desde junio, la mirada de los miembros sí que ha cambiado en algo. “Ahora sé qué es lo que busco y a dónde quiero llegar”, comparte Yasmina Amallam, de 25 años. “La experiencia me ha permitido acercarme a las personas encargadas de contratación de manera directa. Cuando comparten su visión en las distancias cortas cambia mucho la visión de cualquiera”, añade el licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración de 29 años, Daniel Caparrós.
Realmente, la mayoría no sabían con qué se iban a encontrar al animarse a participar en el proyecto e, incluso, hay quien decidió probar suerte sin demasiadas expectativas. Es el caso de Vicente Rincón, que admite que creía que un programa de estas características no iba a encajar bien en la ciudad. A otros, sin embargo, les atrajo en seguida de La Lanzadera su capacidad para integrar a personas con distintos grados de formación (desde personas sin estudios hasta otros con formación universitaria). Huisan Mohamed lo vio claro: era un proyecto que “había que sacar adelante”.
Cuando está a punto de concluir esta aventura, integrantes de este viaje con la inserción laboral como destino recomiendan al resto de melillenses que no duden en participar en próximas ediciones de Lánzate Melilla. “Es como la mili”, dice Vicente: “Todos tendrían que pasar por ella”.
Lánzate Melilla: “Un viaje de descubrimiento personal”
De las 24 personas que formaban el equipo en junio, ahora quedan un total de nueve. De los integrantes que iniciaron el programa, cuatro han conseguido un empleo mientras que otros cinco se han reenganchado a sus estudios. El licenciado Daniel Caparrós es uno de los jóvenes que ha encontrado un hueco en el mercado laboral durante el trascurso de Lánzate Melilla, habiendo trabajado como profesor, en una empresa de servicios y como recepcionista. Según apunta, esta iniciativa pionera en la ciudad le ha servido como “un viaje de descubrimiento personal donde he establecido las bases de lo que puedo y podría ser capaz de desarrollar profesionalmente”. En este sentido, el joven pone de manifiesto la importancia de haber aprendido a escoger sus mejores armas y, sobre todo, de ser “consciente de mis defectos” a la hora de buscar un trabajo. Además de asegurar que ha conseguido vencer sus miedos, resalta que ahora es consciente que “la base de la victoria es haber perdido cien veces más”.
