Al leer lo que un diputado de CpM, sobre el comentario del Presidente, de la no asistencia de esta formación a los fastos de la celebración del Sitio (1774-1775, le ha dicho a Imbroda: “…Yo le diría que se tome una tila y se calme, porque le veo muy enfadado con CpM”. Esta frase me recuerda lo que una “simpática” diputada ,de la misma formación, por un motivo similar, me dijo a mi, que me tomara un vasito de leche y me acostase. También que mis escritos hedían, o apestaban.
Mi réplica fue que pudiera ser que despidieran mal olor, pero eso sería cuando ella los leía sentada en el “trono del señor Roca”, haciendo sus necesidades fisiológicas y perentorias, o sea: cagando o jiñando.
Presidente: permítame como lector de las noticias de nuestra ciudad, y sin ser de su cuerda política, a veces suelo verlo en tv, leer sus comunicados y escucharlo muy atentamente, si me lo permite, le aconsejaría que, en vez de tomarse esa tila en infusión recomendada, la aprovechara agregando al agua del baño un puñadito de esas flores,… pero que estén sequitas, ¡eh!, ya que contienen propiedades diaforéticas, que son las que actúan sobre las glándulas sudoríparas: o sea, que sudaría como si se hubiese pegado un largo paseo, con gorra en la testa, a marcha ordinaria, por el Paseo Marítimo, en plena canícula a las dos de la tarde; y además que dicen que relaja un montón.
Y ahora dejándonos de leches, tilas, baños, sudores y paseos, quiero recordarles antes de que se me olvide, a los de esta formación, que debido a ese “hecho de sangre”, y cientos más durante estos 520 años, ellos asientan sus culámenes en las distintas poltronas de la Asamblea, cobrando su buena pasta, “pastizal” que pagamos todos, y les pregunto: ¿Qué ocurrió en Madrid el 2 de mayo de 1808?. (Señora Fadela: le recuerdo a Napoleón).
También como estos señores quieren que sea festivo el 13 de marzo, por ser ésta la fecha de aprobación del Estatuto de Autonomía de la Ciudad (13.03.1995), igualmente puediera ser que mañana se cambien esos estatutos por otros más acordes con los tiempos, y quedaría obsoleta dicha fecha; pero la del 17 de septiembre, es la fecha histórica más emblemática de nuestra ciudad, porque fue cuando ésta se conquistó para España. Por favor no confundamos el culo con el tiempo de ayuno, que es una témpora, que ya están ambos muy bien definidos desde hace años.
Y sobre la efeméride del Sitio, 19 de marzo, San José, en que Sidi Mohamed dió por finalizado el Asedio, y que estos señores jamás acuden, pudiera ser como decía mi amigo Rafalito, q.e.p.d., que es como alguien que te encuentras en un tramo de una escalera y no sabes si sube o baja. Aunque Cánovas del Castillo, que era muy malagueño, y más listo que el hambre, lo definía muy gráficamente cuando dijo: “Con la Patria se está con razón, o sin ella”, y los que dudasen, solo serían “españoles descafeinados”. En este caso es el respeto que debemos a la Historia de nuestra ciudad, a pesar de haber sido a veces la “Hija de Marte”, baqueteada y maltratada, ya que gracias a esa efeméride y a los que murieron por ella durante estos 520 años, estos señores pueden plantear esa estulticia donde les salga de los cojones, porque nuestra Constitución, que también es la suya, les ampara, y también poder andar hoy libremente por sus calles, tan españolas como la Plaza de San Jaime de Barcelona, o la Gran Vía de Madrid.
Y sé que las calladas y heróicas piedras de nuestro Rusadir, aún rezuman lágrimas de honor que se mezclan con la salobre espuma de nuestro mar en las rocas de los acantilados. Porque cada piedra de sus murallas, cada loza de sus calles, tienen las gotas gloriosas de nuestra sangre española.
A lo mejor, quizás, como diría Rafalito, preferirían que quitásemos el letrero del Mariscal Sherlok de su calle en el Polígono y colocásemos, en su lugar el de Sidi Mohamed; y ya que estamos, echamos abajo al Soldado de la Plaza de España, y ponemos al rebelde (sic) Abdelkrím, con su chilaba parda, bien repantigado en un sofá.
