Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

La resaca de San Juan deja en las playas decenas de sombrillas arrancadas y toneladas de basura

La indignación era ayer palpable entre los melillenses que ayer pasaron por el paseo marítimo a primera hora. Un malestar provocado por la imagen dantesca que ofrecía el paisaje en nuestras playas por la resaca de San Juan, donde abundaban los restos de moragas y sombrillas arrancadas de cuajo. La escena se extendía a lo largo de todo el litoral sur de Melilla, donde se han puesto de moda, entre otras prácticas peligrosas e incívicas, las barbacoas sin anafre y el uso de sombrillas públicas para construir refugios. La Ciudad Autónoma ya está tomando medidas para zanjar este tipo de conductas. Según informó ayer a MELILLA HOY el consejero de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Calderón, la Ciudad Autónoma tiene conocimiento de que últimamente se están haciendo barbacoas en las playas directamente sobre la arena, sin usar ningún anafre ni otro elemento de cocina. Quienes recurren a esta técnica habitualmente suelen hacer un agujero en la arena para proteger el fuego del viento, lo que también facilita la ‘recogida’ una vez terminada la fiesta tapando las brasas con arena. Esto ya ha provocado quemaduras a más de un bañista en la playa y ha puesto en alerta a las autoridades, que advierten de que esto está prohibido y castigado en las ordenanzas municipales. “Si está prohibido hacer fuego y barbacoas con anafre en la playa, imagínate sin anafre. A quien pillemos se le va a caer el pelo”, advirtió el consejero de Seguridad Ciudadana para intentar concienciar a los ciudadanos de la necesidad de respetar las normas de uso en un espacio común tan utilizado como son las playas. Respeto por el mobiliario También pidió más respeto en la utilización del mobiliario y el equipamiento. En este apartado se incluyen las sombrillas, que ya en otras ocasiones anteriores habían sido utilizadas a modo de refugios desmontando su parte superior. Sin embargo, esta noche de San Juan algunos grupos han dado un paso más allá arrancando de cuajo los palos en los que se soportan, algo que ha pillado por sorpresa a la Ciudad Autónoma al estar fijadas con una base cimentada que pesa bastante para evitar que pudieran volcar o ser robadas directamente. Ayer circulaban desde primera hora varios vídeos por las redes sociales y vía WhatsApp en los que se podía ver cómo varios jóvenes arrastraban literalmente las sombrillas para formar un refugio en el que protegerse del frío, la lluvia y el viento en una noche de San Juan empañada por el mal tiempo. Paralelamente, la reacción de la Consejería de Medio Ambiente fue dar orden para que las sombrillas volvieran a ser colocadas en su sitio, mientras las cuadrillas de limpieza retiraban de la arena toneladas de residuos que no habían sido depositados en los contenedores, a pesar de que la Ciudad Autónoma había instalado más como previsión de la gran afluencia de personas que se suele registrar en la noche más corta del año. “Eso es producto de lo incívicos que somos a veces”, lamentó Calderón, que subrayó la imposibilidad de controlar este tipo de conductas por parte de los cuerpos de seguridad debido a que casi siempre se producen de madrugada, en momentos en los que la presencia policial se circunscribe a incidentes en los que la actuación es urgente e inmediata. Noche tranquila Al margen de lo ocurrido con las sombrillas, la noche de San Juan se caracterizó por la tranquilidad desde el punto de vista de la seguridad. El parte de incidencias de la madrugada de ayer no refleja grandes actuaciones más allá de alguna actuación aislada por un desmayo, según explicó el consejero de Seguridad Ciudadana. La lluvia ayudó a esa tranquilidad, habida cuenta que la afluencia de personas a las playas fue mucho menor que en años anteriores. “Se notó que la presencia de personas había mermado, aunque no obstante sí fue mucha gente a ver la hoguera y los fuegos artificiales”, apuntó. Muchos de ellos lo hicieron en coche, a pesar de la recomendación el que el propio consejero había lanzado a través de este Diario para que los ciudadanos prescindieran esa noche del vehículo debido a los numerosos cortes de tráfico del Industrial con motivo de las obras de saneamiento. Esto dio lugar a no pocos problemas de tráfico que se empezaron a dar ya en la misma tarde del lunes tanto en ese barrio como en el propio paseo marítimo, donde se formó un considerable tapón en torno a las ocho de la tarde, cuando se cortó el tráfico para dar más seguridad y espacio en la zona ante la previsión de que cientos de melillenses acudirían a disfrutar de la noche de San Juan. “No fue una cosa terrible, pero sí es cierto que hubo atascos de ocho o diez minutos a los que en Melilla no estamos acostumbrados y que se debieron a que el Industrial está caótico por las circunstancias de la obra”, explicó Calderón. Por esta razón, fue necesario habilitar un dispositivo en los alrededores para dar salida a tantos coches que querían pasar por aquella zona de Melilla y les era imposible.

Loading

Redacción

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€