El ataque a un coche patrulla en la Cañada hace nueve días y el debate sobre la inseguridad que este suceso ha suscitado a lo largo de la última semana marcaron ayer el acto institucional del patrón de la Policía, los Santos Ángeles Custodios, que se celebró de manera muy solemne, y ante las principales autoridades de Melilla, en el Teatro Kursaal. Tanto el jefe superior de Policía, José Ángel González, como el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, aludieron en sus discursos al suceso y toda la polémica que le ha rodeado, asegurando ambos que no habrá impunidad tras lo ocurrido. Además, el jefe superior anunció que la Policía dará prioridad a la Seguridad Ciudadana y que “no habrá ningún barrio ni espacio en Melilla que no cuente con protección policial”. Para el jefe superior de Policía, lo que pasó el domingo 25 de septiembre en la Cañada fue una “brutal agresión” contra un coche patrulla. “Actos vandálicos” protagonizados por “un grupo de salvajes” que no quedarán impunes. “Que a nadie le quepa la menor duda de que serán puestos a disposición judicial más pronto que tarde”, aseguró González, que se mostró rotundo en su discurso al hablar de lo sucedido aquel día, cuando dos agentes tuvieron que ser rescatados por una patrulla de Policía Local tras ser apedreados, y los autores aprovecharon para robar varios elementos de dotación del vehículo policial, entre ellos una escopeta franchi.
El Barkani ahondó más en su intervención para puntualizar varias cuestiones, una de ellas, que los problemas sociales que sufre Melilla, como la elevada densidad poblacional, un crecimiento demográfico más alto de toda Europa y el paro crónico que “se ceba en la juventud”, no puede servir “para justificar cualquier tipo de vandalismo o actuación ilegal”.
“Son delincuentes y no otra cosa los que se enfrentaron a la Policía en tan fatídica tarde”, dejó claro El Barkani, que aprovechó para pedir que no se confundan a los autores del ataque a la Policía con los vecinos de la Cañada, pues éstos sufren incluso de forma más directa “la acción delictiva de quienes persiguen aislar al barrio”.
Según el delegado, quienes buscan ese objetivo quieren dejar a la Cañada de Hidum “al margen de la acción policial y de la ley”, algo que “no va a ocurrir”. Pero para conseguirlo, recordó que no bastan “las condenas enérgicas y contundentes”, sino que también hay que trabajar para que las agresiones a los cuerpos de seguridad no queden impunes y “los vecinos de la Cañada se sientan tan protegidos como el resto de melillenses”. También “para que los delincuentes no crean que los altercados pueden salir gratis”, afirmó.
El Barkani, que expresó su solidaridad con los policías agredidos y se mostró convencido de que los autores serán finalmente identificados y detenidos, aseguró que la Delegación del Gobierno y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no están “ni pasivos ni relajados” en materia de seguridad ciudadana. Por eso, puso en valor el esfuerzo por mantener los refuerzos policiales, ampliar la plantilla “y conseguir, poco a poco, mejores medios para el desarrollo de sus funciones”.
Al hilo, insistió en los datos que ya facilitó la semana pasada, según los cuales la tasa de criminalidad ha bajado en Melilla seis puntos desde 2011, al mismo tiempo que ha aumentado el índice de resolución eficaz de delitos en la Policía en Melilla, que es de los más altos de toda España.
Minutos antes, el jefe superior también había aludido a este hecho, al afirmar que podían sentirse “aceptablemente satisfechos” con el trabajo realizado porque además de aumentar la eficacia y el trabajo policial en general, también se ha incrementado el número de detenidos. Pero en este punto, quiso hacer partícipes también a la Guardia Civil y a la Policía Local, porque sin la colaboración de estos cuerpos de seguridad “no hubiera sido posible” lograr estos resultados.
“Sensibilidad a flor de piel”
Por ello, El Barkani consideró que “la sensibilidad colectiva a flor de piel de los melillenses en materia de seguridad ciudadana no se corresponde con un crecimiento constatable de la criminalidad” en la ciudad. No obstante, admitió que haya circunstancias que “exacerban la sensación de inseguridad” de los melillenses, “focalizadas en gran medida” en los menores extranjeros no acompañados que se niegan a ser tutelados por la Ciudad Autónoma y malviven en las calles con el objetivo de poder llegar a Europa como polizones.
Sobre esta cuestión, el delegado del Gobierno quiso precisar que son muchos más los menores extranjeros que viven en los centros de acogida de la Ciudad Autónoma sin representar “conflictividad social” que los que están en la calle.
También aprovechó el delegado para expresar su reconocimiento y gratitud “por el gran servicio” que presta en Melilla la Policía en coordinación con otros cuerpos de seguridad. A todos los miembros del Cuerpo, muchos de ellos presentes en las butacas del Teatro Kursaal, les reconoció su “sacrificio, compromiso y profesionalidad, garantizando con ello la Seguridad Ciudadana”.
“Sois una garantía que nos infunde tranquilidad”, añadió el delegado al recordar que son muchos los frentes que debe atender la Policía en una ciudad “tan rica en su singularidad, y a la vez tan compleja como Melilla” debido, fundamentalmente, a su condición fronteriza.
