Las unidades de prevención y reacción de la Policía Local y la Policía Nacional tomaron ayer el relevo de la Guardia Civil en las habituales redadas en la zona de las escolleras para interceptar a los inmigrantes magrebíes que malviven allí en busca de una oportunidad de colarse en el barco para llegar a Europa como polizones. Ambos cuerpos iniciaron ayer muy temprano una nueva actuación contra este tipo de inmigración clandestina que dio como resultado la localización de 21 magrebíes, 15 de los cuales eran mayores de edad. Antes de esta operación ya habían sido identificados esta semana 50 inmigrantes, 45 de los cuales eran mayores. El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, explicó ayer que de los adultos identificados ayer durante la redada, cuatro de ellos tenían resoluciones de expulsión del territorio nacional. Uno, además, también tenía una resolución judicial. El resto de adultos quedaron en libertad, ya que al no ser menores de edad no pueden ser acogidos en los centros tutelados por la Ciudad Autónoma.
Los seis menores, por su parte, fueron puestos a disposición de Bienestar Social para practicarles las pruebas oseométricas, según informaron a este Diario fuentes policiales.
El Barkani destacó el esfuerzo que las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía Local hacen en este tipo de operaciones cerca del puerto, algo que “por desgracia se ha convertido ya en rutinario” para “intentar conseguir que los menores estén en situación de tutela en el centro de acogida y no en las calles”.
Este objetivo empieza a cumplirse, ya que la amplia mayoría de los inmigrantes interceptados en las redadas son mayores de edad, según apuntó ayer la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín. En este sentido, informó de que más de, 75% de los magrebíes identificados son adultos. En el caso de los subsaharianos que dicen ser menores, el 90% se demuestra mediante pruebas oseométricas que no lo son en realidad.
“Estamos en la dinámica de que la recogida de esos supuestos menores cada vez son menos menores”, dijo Garbín. Además, indicó que esto ha permitido estabilizar el número de acogidos en La Purísima, ya que los mayores de edad no son llevados al centro como ocurría antes.
