La gran novedad de este año es que los melillenses podrán al fin sacar partido a esta playa a mar abierto, que fue inaugurada en 2010 a pesar de que todavía acumulaba numerosos residuos en el fondo por haber sido un vertedero incontrolado durante años. Eso obligó a la Ciudad Autónoma a prohibir el baño en aquella playa, donde las máquinas entrarán dentro de una semana para empezar con las obras de limpieza. Un problema en la Contratación, que ha adjudicado las obras a Ferrovial-Agromán por 427.000 euros gracias a una baja del 30% en su oferta, ha provocado que estas obras empiecen un mes más tarde de lo previsto. De todos modos, el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, dijo que el plazo de ejecución, que es de tres meses, podría verse reducido para que la limpieza esté terminada a mediados de julio.
Tras ello equipará la playa rápidamente con el mobiliario para que los melillenses puedan disfrutar de Horcas Coloradas igual que de las otras siete. Y además, con mayor espacio que hasta ahora, ya que esta playa será 150 metros más larga gracias a la colaboración de la Comandancia General de Melilla, según avanzó el consejero. Serán, por lo tanto, más de 400 metros de playa en Horcas Coloradas los que podrán disfrutar los melillenses, aunque antes será necesario llevar a cabo una obra que ha causado muchos quebraderos de cabeza a la Ciudad Autónoma.
Así, Calabuig recordó que se han elaborado hasta nueve proyectos, alguno de varios millones de euros. Al final se ha optado por la solución más sencilla, basada en limpiar y dragar desde el mar o con apoyo desde tierra con retroexcavadoras para cribar toda la arena. Dicho de otro modo, sacar toda la arena, filtrarla para eliminar todos los residuos, y volver a situarla en el mismo sitio. Todo ello, con cuidado de no tocar las rocas donde se asienta la patella ferruginea, la “famosa” lapa que está en peligro de extinción y por lo tanto, protegida.
Para llevar a cabo las obras será necesario dragar 9.300 metros cúbicos por medio marítimo y 5.100 por medios terrestres. También habrá que añadir 10.100 metros cúbicos de arena cribada procedente del vertedero de residuos para sustituir a la que inevitablemente se perderá durante la limpieza.
