La Asociación de Sordos de Melilla (ASOME), celebró ayer el Día Nacional de la Lengua de Signos con la instalación de una mesa informativa en la plaza Menéndez Pelayo, así como con talleres enfocados a la interacción de niños y adultos sordos con oyentes al objeto de concienciar a la población sobre un aspecto que no se valora lo suficiente y es que la lengua de signos es mucho más que un vehículo de expresión, sino como el garante de que la participación igualitaria de la comunidad sorda en la vida democrática y social del país. De hecho en el manifiesto de este Día Nacional de las lenguas de Signos Españolas que se leyó en la mesa informativa, se dejó de manifiesto que la comunidad sorda quiere poner de relieve “el valor de estas lenguas en el ejercicio de los derechos, deberes y libertades de las personas sordas y sordociegas, como garantes de su participación igualitaria en la vida democrática”. Las lenguas de signos juegan “un papel fundamental para la transmisión de ideas, las relaciones personales y sociales y el intercambio de conocimientos”.
Con su reconocimiento a nivel estatal en 2007, “nuestra sociedad e instituciones se comprometen tanto a promover el aprendizaje y conocimiento de las lenguas de signos españoles, como a garantizar su libre uso en todos los ámbitos de la vida”. Dado que las lenguas juegas un rol fundamental para la “convivencia y el respeto de nuestras comunidades, debemos articular medidas que garanticen la protección de las lenguas de signos españolas”. Por ese motivo la Confederación Estatal de Personas Sordas y ASOME en Melilla, instan a las instituciones, agentes públicos, sociales y al conjunto de la ciudadanía, a actuar de forma comprometida para colocar a las lenguas de signo españolas en condiciones de igualdad, en todas las esferas de la vida educativa, social, cultural, económica y política de nuestro país y, de ese modo, contribuir a mantener vivo un legado que forma parte del patrimonio común de nuestro país”, recogía el texto.
