Como resultado de la aplicación de, entre otros, el Real Decreto-Ley 14/2012 de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo (BOE núm. 96 del 21 de abril de 2012), uno de los recortes en educación, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte modificó el horario de los profesores de Enseñanza Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional…
…, Enseñanzas de Adultos y Régimen Especial, de manera que se incrementaba la jornada lectiva del profesorado de estos cuerpos y niveles en dos horas semanales. La aplicación de esta medida ha repercutido en un detrimento de la preparación de actividades docentes y de la asistencia a actos de periodicidad no fija (claustros, sesiones de evaluación, etc.).
Pero, lo que es más grave, este incremento de estas dos horas ha significado una disminución en el número de profesores que, una vez terminados sus estudios universitarios o bien estando en las listas para realizar sustituciones, podrían haber sido contratados para trabajar en centros públicos, o incluso, tras haber prestado servicios en los centros de nuestra ciudad, han pasado a engrosar las listas del paro.
Paralelamente, en los tres últimos cursos este profesorado asiste a un incremento de las tareas burocráticas que se llevan a cabo en los centros educativos (informes, evaluaciones, rúbricas, protocolos de inspección educativa, etc.), lo cual implica que las horas recogidas en su horario laboral para la preparación de clases y actividades resulten insuficientes para acometer dicho incremento burocrático con garantías, solvencia y eficacia.
Estas circunstancias, unidas a las altísimas ratios que sufren los centros educativos de nuestra ciudad, repercuten de manera muy negativa en las condiciones laborales del colectivo docente.
Por ello, el Pleno de la Junta de Personal docente no Universitario de Melilla, en su calidad de representante de los intereses legítimos del colectivo docente que presta servicios en los centros públicos de nuestra ciudad, ha aprobado por unanimidad exigir la restauración de la normativa anterior en lo relativo a varios aspectos de la labor docente, como las ratios, que se hace imprescindible limitarla a los 25 alumnos por aula con las oportunas reducciones por atención a alumnos con necesidades educativas específicas; como la jornada laboral (Real Decreto 83/1996, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamento orgánico de los Institutos de Educación Secundaria, Orden de29 de junio de 1994 y Orden ECD/3388/2003) mucho más adecuada para que el profesorado pueda ejercer las múltiples y crecientes funciones que les son propias en condiciones dignas e idóneas. Dicha Orden recoge 25 horas de permanencia en el centro, con 18 horas lectivas y 7 complementarias, 7,5 horas de preparación de actividades docentes y 5 horas de asistencia a actos de periodicidad no fija, sumando un total de 37,5 horas; como el restablecimiento, como mínimo, del cupo de docentes existente en 2010; como la reducción de la insoportable sobrecarga burocrática y administrativa que soporta el profesorado, producto tanto de la nueva normativa como del elevado número de alumnos por aula, a menudo con cifras por encima de lo recogida en la normativa vigente.
