El Ministerio Fiscal reclama la pena de año para un individuo, acusado por un presunto delito de violencia de género. Según se expuso en el Juzgado de lo Penal número 1, el procesado habría propinado un puñetazo a su exmujer en el brazo tras una discusión. Por su parte, el hombre defendió su inocencia y aseguró que nunca la agredió. En esta línea, apuntó a la posibilidad de que su expareja le hubiera denunciado para quitarle la custodia compartida. El juez tendrá que decidir. “Ese día todo fue muy raro. Nosotros teníamos una relación normal”, comenzó a relatar el acusado por un delito de violencia de género. Según expuso, acudió a casa de su expareja para dejar a su hija con la madre y recoger algunas de sus pertenencias. Entonces ella se puso nerviosa, apuntó. “Comenzó a pedir auxilio por la ventana y decidí irme”, siguió relatando. En su declaración, el procesado negó haber propinado un puñetazo en el brazo a su exmujer. Según valoró, ella podría haberle denunciado con el fin de retirarle de la custodia compartida de la hija que tienen en común.
La víctima contó una versión bien distinta. Testificó que el encuentro comenzó de buenas formas, hasta que su exmarido empezó a meterse con su pareja actual. “Por eso le pedí que se fuera”, continuó narrando. Ante la negativa del procesado, la mujer, asustada, intentó coger el teléfono, “pero él no me dejaba”. Entonces, recurrió a la ventana para pedir auxilio a los vecinos, según su declaración de los hechos. Él se marchó inmediatamente de la casa, y la primera reacción de ella fue coger a la hija de 11 años y correr al coche. “Quería ir a otro lugar a protegerme”, aseguró. Según la mujer, fue entonces, ya en la calle, cuando el acusado le propinó un puñetazo en el brazo.
Tras la declaración de los hechos, el Ministerio Fiscal reclamó una sentencia condenatoria para el procesado por un delito de violencia de género, pidiendo para él una pena de un año de cárcel. La defensa solicitó la sentencia absolutoria para su representado. El juez tendrá que decidir.
