La familia de Nayra, la niña de tres años que murió en la madrugada del 24 de enero tras recibir el alta en el servicio de Urgencias del Hospital Comarcal, anunció ayer su intención de denunciar el caso ante los tribunales, ya que considera que podría tratarse de una negligencia médica. La madre de la pequeña, María José Fernández, y el tío, Mustafa Bagdad, comparecieron en rueda de prensa para anunciar, además, que el 10 de febrero han convocado una concentración. Será a las 16.30 horas en las Torres V Centenario, sede de la Dirección Territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). La madre y el tío de la pequeña Nayra no mostraron ninguna duda en que en este caso ha habido “un error del Hospital Comarcal”, y que si se hubiera atendido correctamente a la niña, hoy estaría viva. Por eso quieren recurrir a la vía judicial, en la que dijeron que aceptarán lo que determine el juez, incluida la posibilidad de hacerle una autopsia a la niña, a pesar de que la familia se había negado a ello días atrás.
La denuncia será presentada la semana que viene, pero la familia ya ha dado los primeros pasos. De momento, se ha puesto en manos de un abogado y ayer mismo, el padre de la niña solicitó el historial clínico de Nayra en el Hospital Comarcal, ya que en espacio de un mes estuvo varias veces ingresada por bronquitis, la enfermedad que le causó la muerte.
La madre relató a los periodistas las últimas horas de vida de Nayra. El lunes 23 de enero llevó por la mañana a su hija al pediatra, que diagnosticó que la niña tenía bronquitis aguda, por lo que le recetó unos medicamentos y le suministró unos aerosoles para que pudiera respirar mejor. Además, le indicó que si la niña no experimentaba ninguna mejora, la llevara al Hospital Comarcal.
Dos veces al hospital
Así lo hizo sobre las 23.00 horas, después de observar que la niña, mientras dormía, hacía “un ruido” porque “estaba entrando en parada”. Tenía la cara amarilla y los labios verdes y había quedado inconsciente. Fue reanimada por unos familiares antes de llevarla al centro hospitalario.
Una vez allí, la madre explicó que las enfermeras cogieron a la niña y la desnudaron para arroparla con mantas con el fin de que entrara en calor. Después, un médico en formación le hizo una ecografía y le suministró unos aerosoles, pero al cabo de las dos horas le dio el alta porque dijo que la niña estaba “muy bien”.
Según la versión de la madre, le explicó al médico que a su hija le costaba respirar a la hora de dormir, a lo que le contestó que eso “era normal” porque los mocos, una vez acostada, no circulan, de ahí que le recomendara que le pusiera una almohada bajo la cabeza para tenerla en alto.
La madre afirmó que este médico estaba en formación, era “un aprendiz de médico”, y que el pediatra sólo bajó para ver a la niña cuando ya tenía el alta. De hecho, ya se estaban marchando cuando el pediatra afirmó que la pequeña tenía “una simple bronquitis” con solo “tocarle el pecho”. La madre le rebatió explicándole que su pediatra le había diagnosticado una bronquitis aguda por la mañana y que por ese motivo había estado ingresada varias veces.
“Me respondió que la niña no tenía nada y cogió y se fue”, relató la madre, que regresó a la casa con la niña. Y allí, de nuevo, Nayra volvió a entrar en parada cardiorrespiratoria sobre las tres de la madrugada, por lo que de nuevo regresaron al hospital. Entonces “bajaron todos los pediatras y doctores para reanimar a la niña durante una hora y media, pero la niña ya estaba muerta”.
“La niña se me murió en la casa”, agregó su madre, convencida de que si hubieran dejado ingresada en Observación a Nayra, ahora estaría con ella y no fallecida. Por ello, considera que lo ocurrido es una negligencia médica porque “no han atendido bien” a la pequeña.
La familia pide justicia
Después de lo sucedido hace apenas 10 días, la familia pide justicia y que se investigue este caso, para lo que se mostró dispuesta, incluso, a que se le haga la autopsia a Nayra si así lo indica el juez, a pesar de que la semana pasada los familiares se negaron en las dos ocasiones que se les ofreció esa posibilidad tras la muerte de la pequeña.
Los familiares de Nayra estuvieron acompañados en su comparecencia por el presidente de la Federación Los Verdes, Toni Roderic, y la presidenta de la asociación Intercultura, Yonaida Sel-lam. Ésta acusó al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, de “hacer gala de un corporativismo vergonzoso” al afirmar que en este caso se han seguido todos los protocolos, algo que considera “escandaloso” y “un insulto a una familia que está sufriendo y que acaba de perder a su niña”.
El tío de la niña también acusó a El Barkani de corporativismo por su profesión de médico, pero recordó que como delegado del Gobierno “tiene que defender a la familia”. “El compañero es del trabajo, pero él está en la Delegación del Gobierno”, subrayó Bagdad.
“Clama al cielo la desatención que ha habido a la familia y el poco tacto e interés una vez que ha pasado esto”, opinó Sel-lam, que también desmintió “la afirmación a la ligera” de El Barkani respecto a que se siguieron los protocolos en este caso. “No es así, a raíz de este caso, ahora es cuando está 24 horas permanentemente de guardia un pediatra en el Comarcal”, señaló.
El tío de Nayra también incidió que “en Urgencias tiene que estar un pediatra”, y se quejó de la tardanza del delegado del Gobierno para hablar de este tema, así como el hecho de que “no dijeran nada a la ministra de Sanidad” cuando visitó Melilla el día 25.
“Quieren tapar el caso y el caso no se va a tapar porque lo vamos a llevar adelante”, dejó claro el tío de la niña, que dijo que la familia aún no ha recibido ninguna explicación del Ingesa a pesar de que el delegado del Gobierno afirmó el lunes que este organismo y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad habían solicitado información al Hospital Comarcal sobre este caso.
Mustafa Bagdad afirmó que lo que ha pasado “ha dolido mucho” a la familia, que apenas dos días antes de morir estaba jugando con él en casa de la abuela.
