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La economía melillense, según Miguel Marín

MELILLA HOY 28 02 2024

Carta del Editor MH, 28/2/ 2024

Enrique Bohórquez López-Dóriga

 

Entrevistamos a Miguel Marín, un amigo desde hace muchos años, el pasado 21 de febrero, sobre el cambio de modelo y el desarrollo económico de Melilla. ¿Se puede aspirar a convertir nuestra ciudad en un ecosistema emprendedor? Su respuesta, esperada, fue un rotundo sí, incluso con una petición final a mí: que sea optimista, que confíe en su proyecto gubernamental.

Conseguir que Melilla se convierta en un ecosistema emprendedor, partiendo de que ahora somos todo lo contrario, no es nada fácil. ¿Lo podrá conseguir Miguel Marín desde sus numerosos cargos en la administración pública local?

Aspirar a algo no es complicado, ni necesita demasiado esfuerzo. Conseguir ese algo, que Melilla se convierta en un ecosistema emprendedor, por ejemplo, partiendo de que ahora somos todo lo contrario, no es nada fácil. ¿Lo podrá conseguir Miguel Marín desde sus numerosos cargos en la administración pública local?

Él, como se puede deducir de la entrevista que le hicimos y que pueden oír íntegra (les recomiendo vivamente que lo hagan) en nuestra página web (melillahoy.es), cree que sí. Yo creo que no, que la administración pública no puede ser, no ha sido, ni será, ni en Melilla ni en ningún sitio, el motor y ejecutor de la innovación. Pero eso es otra historia y ya lo iremos viendo. Ojalá me equivoque, ojalá se salve Melilla. Ese fue el expreso deseo final de todos los que participamos en la entrevista.

Yo creo que no, que la administración pública no puede ser, no ha sido, ni será, ni en Melilla ni en ningún sitio, el motor y ejecutor de la innovación

Nuestro Semanario económico QUEZ, que cada vez presta más atención a la economía de Melilla, comentaba el pasado sábado las declaraciones públicas del súper múltiple consejero Miguel Marín y lo que dijo en nuestra Rueda podcast del MELILLA HOY. El objetivo principal –declaró Marín- es “posicionar a Melilla como un destino atractivo para la inversión y atraer empresas de base tecnológica”. Para “dar a conocer” Melilla se prepara para un evento empresarial internacional, el Congreso de Startups Euroafricano, los días 23 al 25 de abril en nuestra ciudad.

Tres ejes estratégicos resaltó Miguel en el podcast La Rueda: el desarrollo universitario, el turismo y la innovación tecnológica. Marín enfatizó la importancia de la colaboración público­ privada -enfatizar es más fácil que realizar- para impulsar este cambio y señaló que ya se están viendo resultados -al menos él los ve- “tan­gibles”. Además, mencionó alianzas estratégicas tanto a nivel público como privado en el ámbito universitario y turístico (poco conocidas o explicadas, por cierto).

Lo que afecta a la sociedad es la conducta, no la opinión, decía Hayek, en su libro ‘La fatal ignorancia, o los errores del socialismo’. “Sería interesante conocer más a fondo los objetivos y lo que se está consiguiendo con estos congresos. Es decir, ¿existen objetivos cuantificables como, por ejemplo, hablar con un número determinado de empresas? ¿asistir a un número determinado de eventos?”, comentaba FB en el Semanario QUEZ. Un plan creíble debe ser cuantificado -cifras- y calendarizado -fechas-. Lo abstracto, aunque fuera genial y le diera un gran resultado al alemán Karl Marx -su Manifiesto Comunista roza lo incomprensible y es incuantificable, al contrario del recientemente publicado Manifiesto Capitalista, del sueco Johan Norberg- no creo que sea útil ni para Miguel Marín, ni para Juanjo Imbroda, que no parece que aspiren a seguir los pasos de Marx. “Estamos iniciando el proceso”, decía el súper consejero en el transcurso de nuestra entrevista. Y añadía: “La administración no crea empresas, pero facilita su creación y muy pronto veremos empresas de formación que estén interesadas en establecerse en Melilla, para el desarrollo de empresas tecnológicas y de la inteligencia artificial”. Que aquí, en Melilla, haya intentos empresariales para hacerlo, para dar cursos y atraer profesores, no parece estar, de momento, en la mente de Marín -sí en la mía- aunque insistió en que “vamos a apoyar a los que tienen o quieren tener actividad económica en Melilla”.

Opino que la intención de cambiar por parte del “Gobierno Imbroda” (como lo define Miguel) existe pero, intenciones aparte, no veo demasiados hechos concretos que demuestren ese cambio. Por ejemplo, solo un ejemplo -hay muchos más- leo, el sábado en nuestro periódico, que “TVM (la televisión pública local) tendrá un presupuesto de 4,5 millones de euros en 2024. La mayor parte de las cuentas, que aumentan en 600.000 euros este año, “va referida a los gastos de personal”. La sociedad pública que gestiona el canal público, INMUSA, contará este año con ese presupuesto, según ha anunciado su presidente, Sebastián Alarcón” (al que no tengo el gusto de conocer, por cierto).

Habrá que tener paciencia, sí, pero ya han pasado 9 meses -nada menos- desde las elecciones locales, y ya quedan solo poco más de 3 años para las próximas elecciones, un plazo muy, muy corto en términos económicos para que las inversiones -de haberlas- produzcan resultados notables y tangibles antes de las próximas elecciones. Colocar en la administración pública a amigos y simpatizantes dóciles es más eficaz -confundiendo eficacia con número de votos- en la mente de muchos políticos. Así está Melilla, así estaba antes, de manera burda, y así está ahora, de manera más sutil.

Nuestra redactora Elsa Almendros le hizo una última pregunta, política en este caso, a Miguel: ¿Gloria Rojas y su abandono ? “La respuesta: “Melilla no pierde nada. Su política de hechos ha sido: cero”. El PSOE de Melilla, como el del resto de España, camina hacia la insignificancia.

¡Ojalá se salve Melilla!, fue el deseo final de todos, entrevistado y entrevistadores

Por supuesto que no es Melilla el único lugar en el que ocurren estas cosas. Dos referencias nacionales: 1/Fue Sánchez quien puso la Constitución en manos de los populistas y socialcomunistas y, leo, esto equivale a entregar un jarrón de Sèvres a un chimpancé. 2/ Lo mismo ocurre al colocar a la comunista Yolanda Díaz al frente del Ministerio de ¡Trabajo! (y no soy machista; diría lo mismo si Yolanda fuera Yolando, por ejemplo). Así está España.

El final de la entrevista fue un abrazo de Miguel a mí y un ruego repetido: “pedir a Enrique que sea optimista, que confíe en este proyecto”. ¡Ojalá se salve Melilla!, fue el deseo final de todos, entrevistado y entrevistadores.

 

 

 

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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