El 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza. Por ello, Nuria Nieto, profesora de la Escuela Internacional de Danza de Melilla ha hablado ante este periódico acerca de su actividad y adaptación a la pandemia, destacando que esta práctica se ha convertido en un refugio para buena parte de la sociedad. Asimismo, ha indicado que el baile en sí está feminizado en Melilla y que trabajan para la inclusión de más chicos. “La danza es el lenguaje oculto del alma”, escribió Marta Graham, la conocida bailarina y coreógrafa estadounidense de danza moderna y una de las mayores influyentes en ese ámbito. Como una forma de la expresión artística, la danza ha servido a lo largo de los siglos para celebrar, pero también para expresar emociones internas del ser humano
En 1982, por iniciativa del Comité Internacional de Danza, el 29 de abril fue proclamado por la UNESCO como Día Internacional de la Danza. La fecha escogida corresponde al natalicio del bailarín y coreógrafo Jean-Georges Noverre.
El objetivo de la celebración de este día es homenajear la danza como una disciplina de arte universal y diversa, para hacer eco de esta expresión sin barreras culturales, políticas y éticas.
La Escuela de Música y Danza de Melilla, a través de una de sus profesoras, Nuria Nieto, ha explicado cómo están desarrollando su actividad a pesar de la pandemia, destacando el apoyo que esta expresión artística supone para la sociedad ante la situación sanitaria actual. “Como ocurre con otros colectivos de la sociedad, nos estamos viendo afectados por la pandemia, aunque trabajamos con una cierta ‘normalidad’”.
En este sentido, ha indicado que han recuperado las clases con las medidas adecuadas, así como el horario, ya que anteriormente tenían que terminarlas a las 19:00 de la tarde. “Hemos recuperado el ritmo aunque las clases ahora tienen menos alumnos, ya que según se establece en las normas debemos tener un máximo de 12 o 14 niños por clase para garantizar una cierta distancia de seguridad”.
Aún no está disponible el plazo de inscripción para el año que viene, pero la profesora Nuria Nieto ha afirmado que todos los años reciben una gran cantidad de solicitudes.
“Tenemos las aulas llenas y en muchas ocasiones hay gente que se queda en lista de espera”. Sin embargo, ha aclarado que en septiembre, cuando cuantifican la cantidad de alumnos que tendrán, intentan darles una acogida a todos ellos.
Del mismo modo, ha expresado que de cara al año que viene tendrán que esperar a ver cómo evolucionan las medidas y la situación ocasionada por la pandemia para hacer un balance.
Cada año a final de curso, en torno al mes de junio, realizan un festival de acceso libre en el auditorio al que suele acudir una gran cantidad de público que el pasado 2020 no puedo llevarse a cabo debido a la situación sanitaria ocasionada por la pandemia de covid-19. “Este año estamos luchando por todos los medios poder realizarlos con las medidas de seguridad y distanciamiento adecuados”.
La escuela cuenta con cuatro profesores, tres de danza española y uno de danza clásica. Sin embargo, aunque cada uno tiene un estilo determinado, también desarrollan otros tipos de estilos como por ejemplo, danza moderna, contemporánea, bolera, aunque como ha destacado Nuria Nieto, “para todos es fundamental la base de la danza clásica y la danza española”.
En ella pueden apuntarse todos los niños a partir de seis años, y no hay una edad límite para poder asistir a sus clases, pues lo fundamental, es “tener ganas de bailar y aprender”, ha sentenciado la profesora Nuria Nieto.
Nuria Nieto también ha asegurado que la escuela en sí y la danza están sirviendo como una vía de escape para hacer frente al agobio y el estrés ocasionado por la pandemia. “Mucha gente que viene lo hace para evadirse un poco del encierro en casa y para buscar una nueva motivación. Esto les sirve para desconectar y cambiar la rutina de sus vidas. Esto además no solo sirve como forma de ejercicio, sino también para tener compañerismo”, ha destacado.
Respecto a la construcción de una nueva escuela de danza en Melilla, esta ha agradecido a la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, el apoyo recibido y el reconocimiento a su trabajo para poder disponer de unas nuevas instalaciones para desempeñar su función. “La escuela ha ido creciendo cada año, llegando a tener 1.200 alumnos con tan solo seis profesores, por lo tanto esperamos poder darle a Melilla y sus bailarines todo lo que se merecen”.
“La práctica de la danza en Melilla está feminizada, esto se muestra en que la mayoría de nuestros alumnos son chicas”, ha destacado, aunque también ha expresado que desde la escuela tratan de luchar con todos sus medios para que poco a poco esto vaya dejando de ser así y se normalice el hecho de encontrar a hombres o niños queriendo bailar y aprender danza.
“Bailar puede bailar cualquiera, el género no condiciona ni tampoco importa. Por ello, desde la escuela y desde mi propia persona, seguimos trabajando para que esta esté disponible para el ser humano en sí”, ha sentenciado Nuria Nieto, profesora de la Escuela de Danza de Melilla.
