La Ciudad Autónoma de Melilla apostará por fomentar el aumento del reciclaje próximamente con “numerosas medidas” que se han incluido en el borrador del plan de gestión de residuos, una de ellas la instalación del contenedor amarillo el año que viene. El consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, avanzó en una intervención durante el Pleno de la Asamblea celebrado ayer que la instalación del contenedor amarillo se instalará de manera inmediata una vez que entre en vigor el nuevo contrato de gestión de recogida de residuos.
Según afirmó, así aparece reflejado en el pliego de condiciones de este contrato público, que será adjudicado próximamente, ya que en abril de 2018 cumple la adjudicación vigente en la actualidad.
En cualquier caso, el consejero recordó que pese a la apuesta que está haciendo la Ciudad Autónoma por el reciclaje, “es la población la que toma la decisión de reciclar más o menos” y no depende directamente de la Administración.
Apostar por el reciclaje, recordó Quevedo, es la alternativa que queda a una ciudad extrapeninsular como Melilla, donde la capacidad de la planta incineradora se encuentra “al tope” con un volumen de residuos de entre 40.000 y 42.000 toneladas, en caso de que esta cifra vaya a más por un aumento de la población o la generación de más residuos.
Manuel Ángel Quevedo defendió además la propuesta de encomienda de gestión entre la Ciudad Autónoma y la empresa pública Residuos Melilla S.A. (Remesa) para la gestión de residuos en la planta incineradora y actividades relacionadas con el Medio Ambiente.
Esta medida, que supondrá algo más de 50 millones de euros en un plazo de 10 años, fue aprobada con los votos a favor de PP y Grupo Mixto y la abstención de toda la oposición.
