El Gobierno local mostró ayer su “plena confianza” en los técnicos, funcionarios, consejeros o exconsejeros de la Ciudad Autónoma que están imputados en la Operación Ópera, una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Melilla sobre la contratación pública de dicha institución. Su vicepresidente primero, Miguel Marín, afirmó que el Ejecutivo está “totalmente convencido” de la inocencia de sus compañeros, y lamentó que este caso lleve “muchos meses” bajo secreto de sumario, lo que les ha creado una situación de indefensión porque “no saben de qué se les acusa”. Marín, a preguntas de los periodistas, dijo que el Gobierno “sabe lo mismo que todos los melillenses por la prensa” precisamente porque el caso está bajo secreto de sumario, de ahí que mostrara su deseo de que pronto el juez lo levante “y todos podamos saber qué es lo que está ocurriendo y lo que se está investigando”.
En cualquier caso, se mostró seguro de que con el paso del tiempo “se va a ver que la actuación del Gobierno ha sido acorde a derecho”. “Y si hay cualquier error administrativo, pues ya se verá cuando salga el secreto de sumario”, dijo el número dos del Gobierno local antes de reiterar que tienen “la conciencia muy tranquila”.
