El Gobierno de Melilla salió ayer al paso de las críticas del PSOE respecto al nuevo contrato marítimo negando que sus condiciones vayan a suponer una pérdida de calidad de servicio, y afirmó que de hecho, mantener o mejorar la calidad alcanzada en 2015 es el objetivo que se ha marcado en la licitación. En rueda de prensa, el vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Daniel Conesa, dijo que las declaraciones de la presidenta de la Gestora del PSOE, Gloria Rojas, le producen “sonrojo”, especialmente cuando recurre a los “planteamientos cansinos” que utilizó hace dos años pronosticando de forma errónea un “desastre” en el transporte marítimo. Conesa rebatió al PSOE que el Gobierno del PP ha mejorado “de la noche al día” las condiciones del transporte marítimo respecto a lo que dejó el Ejecutivo socialista, hasta el punto de conseguir que Melilla tenga ahora “el mejor” de su historia gracias a las condiciones del contrato adjudicado en 2015 y la aparición de la competencia.
El objetivo, dijo, es “mantener y mejorar la calidad alcanzada hace dos años”, algo que a su juicio se conseguirá “gane quien gane el concurso” de adjudicación si las tres compañías que prestan servicio actualmente en Melilla mantienen las ofertas que hicieron en 2015.
Según Conesa, eso será así incluso si resulta adjudicataria la compañía Trasmediterránea ofertando sus buques Fortuny y Sorolla, que tienen más de 15 años de antigüedad, y sobre todo después de la reforma que está realizando en ellos por valor de 6 millones de euros en cada uno.
“¿Alguien piensa que esos barcos no están en condiciones de prestar un servicio de calidad?”, se preguntó Conesa, convencido del “absurdo” que eso supondría, ya que “en otros lugares se estarían pegando tortas por tener un barco como el Fortuny”, que esta semana ha presentado sus mejoras tras la reforma.
El presupuesto
Además, afirmó que, a pesar de que el presupuesto de licitación haya bajado de 25 a 14,4 millones de euros, es precio del mercado y el doble de dinero por el que fue adjudicado el actual contrato marítimo, además de “un precio muy superior a lo que ofreció el PSOE” en su día.
