Hacía varios años que el Gobierno local tenía guardado en el cajón el proyecto para construir una piscina olímpica debido a que el elevado presupuesto para su construcción y mantenimiento lo hacían inviable en un momento de crisis como el actual. Sin embargo, la enorme demanda que tiene la piscina municipal, que “no da abasto”, ha obligado a la Ciudad Autónoma a recuperarlo y adaptarlo. De este modo, en lugar de construir una piscina olímpica, se hará otra de 25 metros de longitud, pero con dos calles más. El presidente del Ejecutivo melillense, Juan José Imbroda, anunció ayer esta decisión, que permitirá contar con una piscina municipal más, pero con una menor inversión que la que hubiera supuesto la olímpica, que rondaba los ocho millones de euros, según el proyecto presentado en febrero de 2010.
La Consejería de Fomento, Juventud y Deportes ya está remodelando el proyecto de la piscina olímpica para adaptarlo a las circunstancias actuales. La idea es pasar de los 50 metros de longitud y 6 calles que estaba previsto, a 25 metros de longitud y 8 calles. De este modo, la nueva piscina será más grande que la actual, que tiene también 6 calles.
La previsión es que en un par de meses esté el proyecto adaptado y se pueda sacar a subasta en el último trimestre de este año. La ubicación será la misma que la del anterior proyecto, junto al Estadio Álvarez Claro, de modo que se pueda formar “un complejo de piscinas importante”.
Imbroda dijo que hasta que no esté el nuevo proyecto no se podrá saber su presupuesto, aunque apuntó que se podrá financiar con fondos europeos del septenio 2014-2020 destinados al ahorro energético, con los que se podrá financiar el gasto en calderas para climatizar la piscina y sus instalaciones, y también con fondos propios de la Ciudad.
