El presidente, Hassan Laaboudi, lo comunica en una carta, donde justifica la decisión de él y su equipo de retirarse de sus cargos “habiendo cumplido el objetivo fundamental de enderezar la trayectoria de la Comisión Islámica de Melilla”
La Comisión Islámica de Melilla (CIM) ha convocado nuevas elecciones para este primer semestre tras la decisión de su presidente, Hassan Laaboudi, y de los miembros que conforman su equipo al frente de la entidad religiosa, de retirarse se sus cargos. Así lo comunica el propio Laaboudi en una carta a la que ha tenido acceso MELILLA HOY, en la que justifica esta decisión al afirmar que se ha cumplido “el objetivo fundamental” del Consejo de Gobierno que preside, que es “enderezar la trayectoria de la Comisión Islámica de Melilla”.
En la misiva, de dos folios, no concreta la fecha en que se celebrarán las próximas elecciones, ni tampoco las normas de participación o la presentación de candidatos. Todo ello se detallará más adelante. Las últimas, en las que resultó elegido Laaboudi como presidente, tuvieron lugar a finales de septiembre de 2021, hace menos de un año y medio.
Cuando apenas ha transcurrido la mitad del mandato, Laaboudi ha explicado en declaraciones a MELILLA HOY que el objetivo de esta carta interna para los socios de la CIM era informarles de las actividades realizadas por la directiva y su decisión de que se produzca “un cambio de ciclo” una vez conseguido el objetivo principal para el que fue elegido como un “candidato de consenso”: aunar las facciones que había en la CIM, algunas enfrentadas en los tribunales.
“Eso ya lo hemos resuelto. Tenemos nuevos estatutos, hay unidad y, logrado el objetivo, el candidato de consenso se tiene que echar a un lado”, ha aseverado Laaboudi, que sigue al frente de la CIM hasta que se celebre el proceso electoral para elegir a una nueva directiva.
La intención es que esas elecciones se celebren en este primer semestre del año. El proceso comenzará en cuanto haya candidatos. De momento nadie ha mostrado interés en serlo, aunque Laaboudi supone que lo habrá una vez que la actual directiva ha mostrado su intención de retirarse de sus cargos. “Con esto, la gente irá debatiendo, aunque para ser presidente hay que cumplir unas mínimas condiciones”, aclara.
En la carta interna remitida a los socios, la directiva invita a los musulmanes melillenses “a todos a que tomen papel en este renovado proyecto, y sean responsables de su religión”.
“A partir de ahora, la responsabilidad de que los musulmanes melillenses tengan una entidad conciliadora, que unifique esfuerzos, que sirva de apoyo administrativo para el culto islámico, que gestione la libertad religiosa del credo musulmán en Melilla, queda en manos de los propios musulmanes melillenses”, apunta Laaboudi en la carta donde comunican la renuncia a sus cargos tanto él como su equipo “y los miembros históricos de la CIM”.
“Un año de arduo e intenso trabajo”
En esta carta, Laaboudi hace balance de “un año de arduo e intenso trabajo” que ha desarrollado su Consejo de Gobierno, basado en llevar a cabo “las reformas necesarias” para que esta entidad religiosa “vuelva a ser una entidad eficiente y útil para los musulmanes melillenses”.
Todo ello, después de “una cascada de errores de gestión” que ha sufrido la Comisión Islámica de Melilla y que “han sido extremadamente dañinos” para esta organización, debido al desequilibrio “alarmante” de su situación económica, haciéndola “ineficiente” en su actividad “y, peor aún, creando una grandísima brecha entre la Comisión y la Comunidad Musulmana”.
Esta situación, arrastrada de años anteriores, intentó ser revertida por las directivas anteriores debido a la “situación de bloqueo” en la que se vio la CIM, que solo ha provocado perjuicio a sus “objetivos fundamentales, que son facilitar la práctica de nuestra fe y su enseñanza a los melillenses que deseen practicarla y aprenderla”.
Seis objetivos
“En un intento de corregir la trayectoria”, la CIM celebró elecciones en septiembre de 2021, en las que fue elegido Laaboudi como presidente de un Consejo de Gobierno que se marcó seis objetivos concretos.
El primero de ellos, “la democratización” de la CIM, para lo que se han modificado sus estatutos “para facilitar su apertura a toda la comunidad musulmana, fomentar la participación de los afiliados y socios, de forma que puedan intervenir activamente en la toma de las decisiones”. Ello permitirá que las entidades culturales y religiosas musulmanas que quieran puedan vincularse a la CIM con voz y voto.
En el aspecto económico, el equipo de Laaboudi se marcó dos objetivos: la subsanación de la situación administrativa y financiera de la CIM, y la gestión de las subvenciones concedidas por la Ciudad Autónoma “invirtiéndolas de forma coherente con las necesidades del culto islámico, arreglando las mezquitas, fomentando la acción social, haciendo énfasis en nuestras festividades religiosas y reestructurando la infraestructura de la entidad”.
La organización administrativa y apoyo al servicio fúnebre del cementerio musulmán; la enseñanza del Islam en general y del árabe “como idioma del Sagrado Corán en particular”; y la comunicación con el resto de las entidades musulmanas españolas completan los seis objetivos del Consejo de Gobierno de la CIM que, poco más de un año de tomar las riendas de la entidad, convoca nuevas elecciones.
“Satisfacción a medias” de Laaboudi
En su balance, el aún presidente de la CIM reconoce que está “satisfecho a medias” porque, aunque “se ha normalizado” la unión de todas las asociaciones que conforman la Comisión Islámica de Melilla, que era el objetivo principal, otros retos no los han conseguido, como sacar adelante los programas de enseñanza que habían preparado. “Es una pena, porque no hace falta tanto”, ha lamentado.
Hassan Laaboudi ha negado que su decisión de dejar su cargo en CIM sea para presentarse a las elecciones autonómicas de mayo. Ha querido aclararlo después de que alguien le haya preguntado si su paso al lado en la entidad religiosa se debía a ello.
