La Casa de Melilla en Málaga ha entregado los premios de los certámenes de pintura y poesía de 2016. El acto tuvo lugar el sábado en el Salón Rusadir de su sede, en el marco de las programaciones culturales de la entidad melillense.
Este evento, de los que tienen más continuidad en el tiempo, reunió en la Casa de Melilla de Málaga a más de un centenar de socios, amigos y representantes de diversas asociaciones tanto vecinales como culturales de Málaga y provincia, a pesar de lo desapacible del tiempo.
Tras una comida y un brindis a cargo del presidente de la casa regional, José González Jiménez, se procedió a la lectura del acta del jurado de pintura, compuesto por destacados pintores de la Academia Malagueña de las Artes y las Letras, Santa María de la Victoria. El galardonado de esta edición es Ruben Campos García, a quien el presidente de la Casa de Melilla le hizo entrega del Ánfora y del premio en metálico con el que está dotado.
El jurado del certamen de pintura, compuesto por Diego Ceano, José Luis Pavón y Jesús Pineda, explicó la motivación de premiar la obra de Campos, y acabó sus palabras con la entrega a la Casa de Melilla de un cuadro, obra de Jesús Pineda Matamala, con la imagen del Rey Felipe VI, que recogió y agradeció el presidente de la casa regional en nombre de todos los socios y que figurará en lugar destacado de la entidad.
El XXXV Certamen de Poesía recayó en José Luis Bragado García, que también subió al escenario para recibir el Ánfora y la dotación correspondiente, según las bases. Pasó a leer su trabajo ante la expectación de todos los presentes, que los premiaron con grandes aplausos.
El accésit especial fue para Rafael Moreno Calvo, que recibió un diploma de manos de la directora del Distrito 4, Alegría Novo, y que también leyó su trabajo. Pepi Zea, gran rapsoda, demostró la importancia del poema y su saber decir la poesía.
El jurado del certamen de poesía, compuesto por Alicia Gallego, Álvaro Cordón y Carmen Aguirre, explicó las dificultades que tuvo para su decisión.
Tras la entrega a los jurados de unas pequeñas figuras de edificios emblemáticos de Melilla se pasó al cierre musical del acto por parte de la artista Sheila, que animó la tarde con su amplio repertorio que logró hacerle acompañar en sus canciones y bailar a muchos.
