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La “burrocracia” melillense

Los fondos europeos que el Gobierno español está recibiendo, como préstamo, de la UE nos los vende Sánchez como un maná que él hace brotar. La verdad es muy diferente de la propaganda gubernamental.

 “El Gobierno debe reconducir la ejecución de los fondos europeos. En Bruselas hay un malestar creciente por la falta de transparencia. Los compromisos distan de cumplirse”, editorial de El Mundo, el 23/2, acompañado de una larga e interesante entrevista a Monika Hohlmeier, la presidenta de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento europeo.

Como siempre, el diario El País asegura todo lo contrario: el Gobierno socialista lo está haciendo muy bien en el manejo de los fondos europeos. En este mundo traidor/ nada es verdad ni mentira/ todo es según el color/ del cristal con que se mira, decía Ramón de Campoamor, a finales del siglo XIX. Nada ha cambiado en la naturaleza humana desde entonces.

El viernes pasado el Gobierno de nuestra Ciudad Autónoma en pleno se fotografiaba, muy sonriente -nada extraño, estando Gloria Rojas presente- y con la presencia de la jefa de la Unidad de la Comisión Europea para España y Portugal, para presentar el llamado Programa FEDER de Melilla para el período -demasiado largo- de 2021 hasta 2027, con una inversión de más de 35 millones de euros, para “mejorar los servicios digitales, impulsar la economía digital, la eficiencia energética y las redes de abastecimiento de agua y del patrimonio”.

Con su habitual y peculiar estilo, el presidente de la Ciudad, Eduardo De Castro, declaró, en el transcurso del acto, que “siempre es mejor tener un Plan que no tener nada”, una verdad evidente. Tan evidente como que un Plan es solo un medio, no un fin. El fin, el objetivo, es que el Plan se materialice en hechos concretos y eso, con la inmensa “burrocracia” que en Melilla padecemos, no va a ser tan fácil. Ya iremos viendo y comentando.

Las promesas políticas pre electorales hay que tratarlas con sumo cuidado, especialmente en nuestra Melilla, a tres meses de las trascendentales elecciones locales del 28 de mayo, período corto de tiempo en el que las promesas a los melillenses irán arreciando. Como los dos partidos que, a priori, tienen más posibilidades electorales en mayo -PP y CPM- ya han gobernado recientemente en Melilla, comparar lo prometido con lo realizado, con lo realmente hecho, es sumamente importante para nuestra prosperidad o calamidad futura.

Gloria a Ucrania

Lo que sí estamos viendo y comprobando es que Ucrania, con la creciente ayuda de Occidente -a pesar de los podemitas/comunistas españoles- resiste. “Ucrania: un año de resistencia y muerte frente a la tiranía de Putin”. Conviene no olvidar que una agresión, una guerra, que el autócrata Putin creyó que ganaría en una semana, más o menos, lleva ya más de un año de resistencia de un pueblo, el ucraniano, y con más posibilidades de que la ganen Zelenski y, sobre todo, su pueblo, que es el que aguanta los bombardeos y pone lo muertos. Conviene recordar, a Putin, que Occidente no es débil y que, como bien dice el presidente norteamericano, Joe Biden, la única palabra que los autócratas entienden, y respetan, es “no, no y no”.

Publicamos ayer un gran artículo de nuestro gran colaborador, el melillense Miguel Platón, titulado “El mundo al revés”, cuyos primeros dos párrafos reproduzco: “El 1 de septiembre de 1939 fuerzas alemanas de tierra, mar y aire, atacaron Polonia y con ello dio comienzo la Segunda Guerra Mundial. Al día siguiente, 2 de septiembre, el diario falangista espa­ñol “Arriba” publicó en primera página un titular a toda plana que ha pasado a la historia del periodis­mo universal: “Polonia ataca a Alemania”. El presidente ruso Vladimir Putin parece haberse inspirado en ese precedente para afirmar esta semana que Rusia se defiende de un ataque con­junto de Ucrania y la OTAN, a quien presentó como un contubernio de nazis, pedófilos y homosexuales”.

Es, efectivamente, el mundo al revés, es intentar convertir la mentira en la verdad, como denunciaban Orwell -en su libro más conocido “1984”: La guerra es la paz, La libertad es la esclavitud, La ignorancia es la fuerza- y Huxley, en su famosa utopía “Un mundo feliz”, el paraíso como pesadilla, según definió Mario Vargas Llosa el libro.

Frases

La verdad es muy diferente de la propaganda gubernamental

Las promesas políticas pre electorales hay que tratarlas con sumo cuidado, especialmente en nuestra Melilla, a tres meses de las trascendentales elecciones locales del 28 de mayo

Ucrania: un año de resistencia y muerte frente a la tiranía de Putin

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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