El presidente de la Asociación Vecinal Pueblo de La Cañada, Hassan Mehand, lamenta que el barrio ha caído en el olvido por parte de La Ciudad. Afirma que la entidad lleva tres años sin recibir ninguna subvención y que, debido a esta falta de financiación, se ha visto obligada a suspender las actividades que solía desarrollar y que estaban orientadas a los niños, jóvenes y mujeres de la zona. La organización vecinal ni siquiera dispone de un local propio, relata Mehand, por lo que se encuentra “paralizada”. En esta línea, el responsable de la asociación sostiene que los vecinos echan de menos que haya colegios y actividades para sacar a los jóvenes de las calles, además de más presencia policial en la zona.
Los vecinos de La Cañada sienten que han caído en el olvido, aunque no entiendan muy bien el por qué de este abandono. El presidente de la Asociación de Vecinos Pueblo de La Cañada, Hassan Mehand, asegura que en el barrio se dan todo tipo de carencias: hay farolas sin luz, calles sin asfaltar, infraestructuras en mal estado… “Hacen falta muchas cosas”, resume. No obstante, señala que, sobre todo, echan de menos colegios y actividades para mantener a los niños y a los jóvenes ocupados, para que estén “fuera de las calles”.
Mehand, que con este suma cinco años al frente de la asociación vecinal, lamenta que la Ciudad “no nos da ninguna subvención desde hace tres años”. “Y la verdad es que me gustaría saber el por qué”, añade. En este sentido, explica que la entidad se encuentra muy limitada a la hora de organizar actividades para los vecinos, ya que no dispone de presupuesto para ello. Ni siquiera cuenta con un local propio, sino que los miembros utilizan sus propias casas para prestar asesoramiento a quien lo pide. “Mientras tanto, nos encontramos paralizados”, asume el responsable de la entidad vecinal. “Lo único que hacemos es jugar al parchís”, admite Mehand con resignación y cierta impotencia.
Presencia policial
Otro de los grandes reclamos de los vecinos, según traslada a este medio el presidente de la Asociación Vecinal Pueblo de La Cañada, es el aumento de la presencia policial por la zona, ya que se trata de una de las barriadas más conflictivas de la ciudad. “Hace falta que haya más autoridad en La Cañada. Deberían estar dando vueltas permanentemente”, defiende Mehand.
Sin presupuesto no hay actividades
Esta falta de financiación se traduce en un parón absoluto en las actividades de la organización vecinal. Mehand recuerda que, hace años, “dábamos clase a los niños y teníamos actividades culturales para los jóvenes y para las mujeres”. Sin embargo, hoy no pueden ofrecer nada para la gente de la zona. “Se ha suspendido todo”, relata, “porque no tenemos dinero para pagar maestras ni para contratar y nadie va a trabajar gratis”. Mehand lamenta que el barrio se ve perjudicado por esta ausencia de actividades y talleres. “Lo hacíamos para evitar delincuencia, para intentar ayudar a los niños y a los jóvenes en la escuela y para que se centraran en el buen camino”, rememora. “Se ve que no nos quieren ayudar, más claro agua”, zanja.
