La ex presidenta de Aumere (Asociación de Marroquíes Residentes en España), Fatima Al Morabiti, apuntó ayer que la mayoría de los menores del vecino país que acceden a Melilla lo hace con el beneplácito y acuerdo de sus familias, que buscan así que la ciudad sea un lugar de tránsito que les posibilite acceder a Europa y a un futuro mejor. Además Al Morabiti anunció en las jornadas que sobre MENAS se celebran en la Uned, que la entidad ha presentado una propuesta para abrir un centro de acogida de menores en Nador, en el que reciban cuidados y una formación de cara a su futura inserción socio-laboral. Las primeras jornadas internacionales de Melilla sobre menores extranjeros no acompañados que ha organizado la Consejería de Bienestar Social, cuenta entre los ponentes con la participación de la asociación Aumere (marroquíes residentes en España) que ha venido apoyando la postura de la ciudad en relación a buscar una salida satisfactoria a la situación de los menores extranjeros no acompañados que llegan a Melilla.
La ex presidenta de la entidad, Fatima Al Morabiti, señaló que la labor que desarrollan en nuestro país se centra en atender las necesidades del colectivo de ciudadanos marroquíes en España, trabajando sobre todo en temas de "integración en la sociedad de acogida".
Además funciona como puente entre ambos países para abordar cuestiones que les afectan de forma recíproca, como por ejemplo la situación de los menores extranjeros no acompañados que llegan a nuestro país, que son menores marroquíes. "Este es un tema problemático porque afecta a los dos países", y de forma especial, el complejo asunto de los llamados 'niños de la calle'. Indicó que esto es algo que se da tanto en Melilla como en Nador, con "grupos de menores que están en los alrededores del puesto de Beni-Enzar para emigrar a España de forma ilegal", indicó.
Centro de FP
La ex responsable de Aumere anunció que la asociación, dentro de las acciones que vienen desarrollando en relación a la búsqueda de soluciones a este asunto, dijo que han presentado "un proyecto para crear un centro de acogida y orientación de formación profesional para menores en Nador, para que allí se puedan formar, orientar y escolarizar". Además la asociación pretende desarrollar un estudio de campo, en la zona de Nador, para "acercarnos más al fenómeno de los menores de la calle y dar soluciones concretas".
Señaló que estos menores "acompañados o no" no buscan quedarse en Melilla, sino que tanto la ciudad autónoma como Nador son "lugares de tránsito" que utilizan estos jóvenes "con la idea de emigrar y llegar a la península y más allá, al resto de países de la Unión Europea porque es donde ven un futuro y poder enviar dinero a sus familias".
Las familias
Fatima Al Morabiti explicó que existe tanto el menor que abandona a su familia por propia decisión y llega a Melilla con la intención de utilizarla como trampolín para llegar a Europa, como el de los menores que acceden a la ciudad acompañados de sus padres. "La mayor parte de los menores llegan acompañados con sus familias, que los dejan aquí, para que vayan a los centros y se busquen la vida, pero también hay menores que se escapan de sus familias, pero son la minoría", dijo.
En la mayoría de los casos, la familia es la que decide dejar a sus hijos en Melilla, "porque piensan que aquí tienen un futuro que van a estar en mejor situación que ahora". Después están los que viven en la calle, los que "arriesgan sus vidas". Según la ex presidenta de Aumere, la bolsa de menores y jóvenes que se encuentra al otro lado de la frontera, junto a Beni-Enzar, "proceden de una gran ciudad como Fez, que viven como vagabundos en la calle, en bandas y que esperan hasta que se cuelan (en España) en camiones o de otras formas ilegales".
