La Asamblea de Melilla ha aprobado este viernes por mayoría, a excepción del voto en contra del Grupo Socialista, del nuevo contrato del servicio del transporte público, que tendrá una vigencia de dos años más otros dos prorrogables y un importe anual de casi 3,4 millones de euros.
Precisamente, la vigencia de dicho contrato será “la piedra angular” de este nuevo contrato, según ha explicado el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, Daniel Ventura, que arguye que, con ello, se permitirá una mejor planificación y disponer de un “banco de datos suficiente” para tomas de decisiones, y hacer “un seguimiento” de las demandas de los ciudadanos en lo que se refiere al transporte público, sobre todo en lo que tiene que ver con las nuevas líneas.
Ha explicado que este nuevo servicio contará con 17 autobuses, 15 en funcionamiento y dos en reserva, y que pasarán a ser propiedad de la Ciudad Autónoma de Melilla, que apuesta por seguir “actualizando la flota” con nuevos autobuses que sean 100% eléctricos.
Frecuencia y control de pagos
Ventura ha explicado que el nuevo servicio contará con un sistema de seguimiento y control con paneles informativos en las distintas marquesinas mediante una app “accesible” para todo el mundo, y asevera que “seguirán trabajando en la frecuencia” de los autobuses.
También ha avanzado que habrá “un control en el pago del billete”, retirando el actual sistema que funciona mediante subvenciones, y reemplazándolo por un sistema de seguimiento y control que permitirá a la Ciudad Autónoma fiscalizar “los costes reales” del servicio.
“Se le exigirá” también a la empresa “un seguimiento” para que el servicio se preste en unas condiciones “óptimas” y de “calidad”.
Asimismo, ha subrayado que van a trabajar en este nuevo contrato por una accesibilidad “física y real”.
Críticas de la oposición
Los pliegos del nuevo contrato no han seducido a varios partidos de la oposición, entre ellos CPM, que ha advertido que con este nuevo contrato “se van a dejar las rutas” de los autobuses “a criterio de la empresa adjudicataria” en vez de que sea la Ciudad Autónoma la que defina dichas rutas, ha criticado el diputado Rachid Bussian, que muestra sus dudas por el sistema de pagos del servicio.
Por su parte, el diputado del PSOE, Rafael Robles, ha lamentado que el Gobierno local no haya incluido “mejoras sustanciales” al nuevo contrato que el propio Grupo Socialista les propuso, como mejora de la calidad del aire o que los autobuses no lleguen “a todas las zonas”.
Por último, el diputado de Somos Melilla, Amin Azmani, ha cuestionado que el Ejecutivo local prometa una “readaptación de las necesidades” del servicio “sin haber hecho un estudio real de las necesidades”. “Esto es como construir la casa por el tejado”, ha comparado, asegurando que vecinos de barrios y urbanizaciones como Cerro Palma Santa, Canteras del Carmen, Las Palmeras o Melilla La Vieja.
Ventura respondió a las críticas de Azmani tachándolo de “demagogo”.
