Alice Pasquini, una de las artistas del graffitis más reconocidas internacionalmente, ha visitado Melilla durante la pasada semana, y ha participado en una serie de intervenciones artísticas en los barrios periféricos de la ciudad, dentro del proyecto Kahina, que impulsa y subvenciona el Instituto de las Culturas. Pasquini ha dejado su huella en Melilla realizando ocho obras, tres de las cuales de gran tamaño: dos en el Rasto y zona aledaña y una tercera en el módulo de mujeres del Centro Penitenciario. Alice Pasquini (www.alicepasquini.com) nace en Roma donde se licencia en Bellas Artes. Ha vivido y trabajado en Reino Unido, Francia y España. Es pintora, ilustradora y escenógrafa y ha realizado numerosos trabajos en todos los rincones (y paredes) del mundo, desde Singapur hasta Nueva York, desde Moscú hasta Sídney, dejando obras en calles y edificios de estas ciudades y exponiendo, entre otros, en el MACRO de Roma, en el Espace Pierre Cardin de Paris y en el Mutuo Centro de Arte de Barcelona.
En los días que ha estado en Melilla, la artista italiana, conocida a nivel mundial por sus graffitis, ha dejado 8 obras de distintos tamaños en diferentes lugares de los distritos IV y V. Enmarcada dentro de las acciones del proyecto, esta colaboración nace de forma natural, gracias a la sensibilidad e interés que Alice ha mostrado por los objetivos y actividades del Kahina. En concreto, Alice ha pintado 3 obras de gran tamaño, una en el Rastro donde se representa una niña escribiendo; otra en el barrio de la Hispanidad donde ha pintado una mujer rifeña que lleva en su espalda a un niño y, finalmente, una obra en el módulo de mujeres del centro penitenciario refigurando una mujer sentada en un árbol.
Por otro lado, ha dejado 5 obras más pequeñas en diferentes puntos de la periferia de la ciudad en los que se representan a niños y niñas jugando y dos retratos de mujeres. Tanto las mujeres como los niños y niñas son esenciales en la obra. El conjunto de graffitis forman una ruta de obras de arte, expuestas al aire libre, que toda la ciudadanía puede recorrer a cualquier hora del día,. Estos regalos que la artista deja en Melilla, quieren subrayar la importancia de hacer del espacio público un lugar vivo donde arte y cultura sean las protagonistas de la vida de la ciudad.