La acusación particular que ejercita el Partido Popular (PP) en el llamado “caso voto por correo” ha pedido el ingreso en prisión del presidente de CPM Mustafa Aberchán para cumplir los dos años de prisión a los que fue condenado en firme por la Audiencia Provincial de Melilla. Así se ha manifestado la representación jurídica de los populares, según el auto al que ha tenido acceso MELILLA HOY, después de que el citado tribunal les haya dado un plazo de tres días a fin de que manifieste sobre la suspensión de la ejecución de la pena en la persona de Mustafa Aberchán solicitada por la defensa. El PP, en dicho escrito, justifica su decisión en el hecho de que existe “una ausencia de arrepentimiento” y “por ende la poca posibilidad de reinserción de una persona pública, que anuncia continuar en su puesto como presidente del partido y por tanto con posibilidades de poder seguir realizando actuaciones similares en el mismo escenario que las cometió: siendo líder de CPM y dirigiendo dicho partido”. La acusación particular ha destacado además que “es público y notorio que durante la instrucción del procedimiento Aberchán ha realizado manifestaciones públicas contrarias a la Justicia, no mostrando respeto alguno al Poder Judicial, constatándose de forma colateral ya entonces el nulo arrepentimiento por los hechos cometidos”.
En su escrito, ha subrayado que Mustafa Aberchán “ha anunciado en rueda de prensa muy recientemente que va a continuar en la política activa y que no respeta ni acata la sentencia por la que es firmemente condenado”.A juicio de los populares, el que ha sido diputado de CPM desde 1995 hasta que recientemente dimitió para cumplir con la condena de dos años de inhabilitación para ejercicio de cargo público, sus manifestaciones afirmando que no va a dimitir “ni respeta ni acata la sentencia”, deben llevar al tribunal a decidir su ingreso en prisión. La representación legal del PP, como acusación popular, ha destacado al respecto que el presidente cepemista “no acepta ni cumple la sentencia y no muestra respeto ni sumisión a lo contenido en la misma, por lo tanto, si considera que no ha hecho nada delictivo existe posibilidad cierta de repetir dicho comportamiento o actuación ilícita”.
En el documento al que ha tenido acceso este periódico, señalan además que “pese a que los hechos por los que fue condenado se remontan al año 2008, no lo es menos que en la actualidad Aberchán ostenta la misma área de poder ejecutiva que le posibilitó la comisión de los delitos impuestos y nunca ha aceptado públicamente su responsabilidad por el denominado “voto por correo”.
Para la acusación particular, Mustafa Aberchán, con las declaraciones que ha realizado tras la sentencia, “muestra una actitud desafiante y nuevamente poco respetuosa con la Justicia” cuando dice que se va a presentar a las elecciones de su partido. “Es decir -indican-, por un lado, expresa que no le preocupa ir a la cárcel, pero abiertamente parece seguro de que no será así, cuando se plantea concurrir a las elecciones como presidente de su partido”, lo que a juicio de la acusación deja al descubierto “una cierta sensación de impunidad cuando todavía no se ha resuelto la presente ejecutoria en relación al extremo indicado”.
Además, apuntan: “A sensu contrario no ha hecho ninguna manifestación pública reprobando su propia conducta, pese a que ha sido un representante político con una dimensión social mucho más notoria que la de cualquier delincuente primario. Jamás ha mostrado su arrepentimiento, sino que se ha presentado como “una víctima de la justicia”.
Para la acusación “los efectos de su actuación por el hecho de dicha dimensión social, política, tienen mayor transcendencia y en modo alguno hemos observado durante los años en los que ha transcurrido el proceso ni posterior al mismo, ningún tipo de declaración que atienda a reconocer el daño cometido por los hechos realizados en el seno de este procedimiento”.
Aberchán ha pagado una multa de 14.184 euros, pero para la acusación esto no es suficiente si no se arrepiente. Por todo ello, solicita a la Audiencia la “no concesión del beneficio de la suspensión de la pena” de Mustafa Aberchán.
