Joaquín Lizana, capitán de la plantilla del Club Voleibol Melilla, afronta con gran ilusión la próxima Copa del Príncipe, que se disputará este fin de semana en Melilla, en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda, con la participación del anfitrión, el conjunto que entrena Salim Abdelkader, el C.V. Castellón, el Llars Mundet y el F.C. Barcelona. El veterano jugador melillense aseguró que el equipo ya está centrado exclusivamente en la Copa del Príncipe. «Volvemos con las pilas cargadas, tras el descanso por el parón navideño, jugamos en casa y vamos a ‘muerte’ por la Copa. Todo puede pasar, ya que siempre se producen sorpresas», resaltó. El jugador melillense, de 40 años de edad, califica como un premio para su equipo participar en esta Copa e indicó que el gran favorito es el C.V. Castellón, actual líder de la Superliga-2, aunque avanzó que siempre hay sorpresas en este tipo de competiciones.
En este sentido, recordó lo sucedido en la pasada edición, cuando el Llars Mundet se proclamó campeón de la Copa Príncipe. «Inició su concurso con una ajustadísima victoria por 2-3 ante el equipo anfitrión, el Cáceres Patrimonio Humanidad, y posteriormente venció al vencedor de la segunda semifinal, el CDV Textil Santanderina, que previamente había derrotado al Mediterráneo de Castellón por 3-1. En la gran final, los catalanes levantaron la corona al ganar por el resultado de 3-1».
Premio Trayectoria Deportiva
Por otro lado, afirmó que es un orgullo para él recibir el próximo mes de abril el Premio Trayectoria Deportiva, que le entregará en el mes de abril la Asociación de la Prensa Deportiva de Melilla. «La noticia la recibí con gran alegría, por mediación de Morad, segundo entrenador del Club Voleibol Melilla, y es una gran satisfacción que me reconozcan mi trayectoria, a los 40 años».
Precisamente, sobre su trayectoria recordó sus inicios en el deporte del voleibol. «Comencé a jugar a los diez años, en el Colegio García Valiño, que es donde se inició el voleibol en Melilla, pero también estuve practicando muchos otros deportes, aunque el voleibol siempre me gustó, pues en Cabrerizas, que es mi barrio, es el deporte que más se practicaba. Me fui enganchando al voleibol hasta que empecé a jugar torneos escolares de categoría juvenil. Fue entonces, cuando firmé por el equipo de La Hípica, de la Segunda División Nacional, y de ahí pasé por los diferentes equipos locales de categoría nacional».
Sin embargo, su gran experiencia fue jugar en la máxima categoría del voleibol nacional. «Firmé por el Club Voleibol Ciudad Autónoma de Melilla y logramos el campeonato de la Liga FEV en el año 1999, entorchado que nos dio el pasaporte para jugar en la Superliga, y a la siguiente temporada disputamos la fase final de la Copa del Rey, clasificándonos entre los siete mejores equipos de la competición, pero tras la desaparición de este equipo dejamos el voleibol un tanto aparcado, aunque nos mantuvimos por las competiciones de voley-playa».
Pero afortunadamente, según afirma Joaquín Lizana, Salim Abdelkader le llamó para formar parte del proyecto del Club Voleibol Melilla. «Después de varias temporadas en la Primera División logramos el campeonato y el ascenso la pasada campaña a la Superliga-2 y mientras el físico aguante seguiré adelante. Además, esta temporada lo estamos haciendo bastante bien, somos terceros en la clasificación y lo vamos a dar todo para volver a meter al equipo en la Superliga, que es una promesa que me he hecho a mí mismo», concluyó Joaquín Lizana.
