Un auténtico peligro de infección ofrecen en pleno centro de la ciudad los contenedores soterrados que se encuentran en la Plaza de las Culturas y toda la zona que le rodea. Cualquiera que haya pasado, incluso a varios metros de este lugar absolutamente insalubre, podrá percibir un nauseabundo olor que impide acercarse a los recipientes destinados a depositar las basuras y desechos. Además, estos puntos negros que en su día se anunciaron como una gran solución para la recogida de basuras ofrecen un estado lamentable, aunque nunca tanto como el citado, en distintas zonas del centro urbano melillense.
Invitamos aunque no recomendamos, a quienes tengan un estómago a prueba de bombas, a que comprueben el estado que ofrecen los contenedores situados frente a la Consejería de Fomento. El hedor que despiden se percibe desde varios metros a la redonda. La parte que sobresale, por encima de la acera está recubierta de mugre y se encuentra casi permanentemente abierto ya que su interior está repleto y el torno destinado a lanzar las basuras al depósito subterráneo no puede girar. Pero la falta de limpieza de los alrededores es de una pestilencia insoportable a consecuencia de acumulación de residuos podridos durante meses. Resulta por tanto increíble que uno de los lugares más cuidados del centro urbano melillense ofrezca, en contraste, este repugnante aspecto. Y lo peor es que no se trata de un caso aislado ya que estos puntos negros de la limpieza pública melillense se repiten con inusitada frecuencia en casi todos los contenedores soterrados que se instalaron en su día en lugares muy visibles de calles y plazas de la ciudad.
