El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha sido recibido este lunes en el Palacio de la Zarzuela por el rey Felipe VI, de quien ha destacado su “alto grado de conocimiento” de los problemas de nuestra ciudad y su “voluntad y deseo” de viajar a Melilla, única región, junto con Ceuta, que aún no ha visitado. “Yo creo que lo hará, pero vamos a ver si el Gobierno central que salga ahora de las Cortes está por la labor y apoya que el Jefe del Estado vaya a Melilla”, ha dicho el presidente de la Ciudad Autónoma.
Imbroda, a preguntas de los periodistas tras su encuentro con el rey durante más de una hora, ha dejado claro que “por parte de Don Felipe no hay ningún problema” para viajar a Melilla. De hecho, “sigue muy de cerca” lo que sucede en la ciudad, “un rincón más de España” al que “iría encantado”, como ya hicieron sus padres, Don Juan Carlos y Doña Sofía, el 6 de noviembre de 2007.
No obstante, Imbroda ha insistido en que los viajes del Jefe del Estado deben ser propuestos por el Gobierno de la Nación, que “es el que tiene que preparar y provocar ese viaje”. Es, en definitiva, “donde tiene que surgir esta necesidad y que este deseo se pueda cumplir”.
Problemas de Melilla
Además de pedirle que venga a Melilla, algo “lógico” porque lo ha expresado públicamente en dos de sus discursos desde que tomó posesión como presidente de la Ciudad Autónoma en julio, Imbroda ha aprovechado su encuentro con el monarca para expresarle sus preocupaciones sobre la ciudad relacionadas, sobre todo, con su situación derivada de la frontera con Marruecos.
En esta “conversación muy fructífera”, Imbroda ha destacado que el rey ha demostrado tener “un alto grado de conocimiento” de esos problemas que el presidente melillense llevaba en cartera para ponerlos sobre la mesa. “Está muy informado de la situación de Melilla y Ceuta. Eso está bien, nos deja tranquilos a todos porque el Jefe del Estado está muy puesto al día de los problemas, nuestras cuitas y necesidades”, ha dicho Imbroda.
Entre ellos, el presidente ha enumerado la eliminación de la aduana comercial de Melilla en 2018 por decisión unilateral de Marruecos y el hecho de que no se cumpla el régimen de viajeros en la entrada desde Melilla hacia el país vecino, al contrario de lo que sucede en sentido inverso.
“Todo eso da pie a que Melilla esté sufriendo un golpetazo importante en lo económico y tengamos que reinventarnos”, ha admitido Imbroda para lamentar la falta de alternativas por parte del del anterior Gobierno en los últimos cuatro años, que obliga a “abordar inmediatamente” estos problemas, ahora agravados.
Estas cuestiones, ha dicho Imbroda, se las planteará al próximo Ejecutivo central “para que apoyen ese rincón de España, que hace falta que sean generosos” en los Presupuestos Generales del Estado “para que se cumpla bien” el principio de cohesión en las dos ciudades autónomas.
Asimismo, el presidente de Melilla ha dejado claro que la nueva etapa que el Gobierno de España dice haber abierto en las relaciones con Marruecos no se nota en Melilla y Ceuta en nada positivo. “Al revés, ha sido negativo”, ha afirmado.
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