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Se trata de un acontecimiento que tuvo lugar muy cerca de Melilla tal como ha recordado el Centro de Historia y Cultura Militar

Hecho histórico del mes: "Aquel 18 de julio de 1909"

Comandante Royo

Continuando con el plan de difusión de la Cultura de Defensa, promovido por el Centro de Historia y Cultura Militar, relacionado principalmente con el Ejército en Melilla, se ha querido recordar el suceso que hace 108 años, el 18 de julio de 1909, tuvo lugar en la posición de Sidi Ahmed el Hach, muy cerca de Melilla y dentro de la primera campaña militar de España en el Rif del siglo XX. Antes, a las ocho de la mañana del 9 de julio de 1909, un grupo de rifeños atacó a los obreros españoles que trabajaban en la construcción de las vías del ferrocarril que uniría Melilla con las minas situadas en Beni Bu Ifrur. Seis de ellos cayeron muertos y uno herido.

Al mando del general D. José Marina Vega, comandante general de Melilla, la reacción del ejército español fue rápida y contundente, con la penetración en terreno rifeño y la ocupación de varias posiciones estratégicas a lo largo de la línea de ferrocarril: Atalayón, Segunda Caseta, Sidi Musa y Sidi Ahmed el Hach. Esta última posición se tomó el mismo día 9 de julio, a las 13 horas.

Pero el 18 de julio, la posición de Sidi Ahmed el Hach sufrió un grave ataque por aproximadamente 5.000 rifeños, siendo neutralizado por nuestra Infantería y Artillería que durante más de cuatro horas estuvo con fuego interrumpido. El general Marina que estuvo presente en el combate, permaneció todo el tiempo enardeciendo a los soldados.

Cuando todo parecía concluido, los rifeños, aprovechando la oscuridad de la noche, después de las ocho y media, intentaron atacar por tres lados la posición para asaltarla, abriendo una brecha para pretender apoderarse de los cañones.

Al darse cuenta el comandante José Royo de Diego, que mandaba el Grupo Mixto de la Comandancia de Artillería de Montaña de Melilla, avisó al capitán Enrique Guiloche Bonet, quien estaba al mando de una batería del Regimiento de Artillería de Montaña de Melilla y revolver en mano, corrieron hacia la batería, llegando el capitán a la 4ª pieza, un cañón de bronce comprimido de 9 centímetros y numerado con la cifra 268 y donde encontraron la muerte.

El capitán Guiloche murió agarrado a una rueda del cañón y cerca de él estaba el comandante Royo, pero allí dejaron varios cadáveres enemigos entre las piezas de artillería. A propuesta del general Marina, les fue concedida el 22 de abril de 1.910 la Cruz Laureada de San Fernando de 1ª clase.

La lucha duró hasta el amanecer del día siguiente, retirándose los rifeños a sus posiciones, dejando en el campo gran número de muertos (sobre unas 300 bajas), estimándose en 12 muertos y 22 heridos las bajas españolas.

El 19 de julio de 1909, los cuerpos del comandante Royo y del Capitán Guiloche, fueron trasladados, junto al del teniente coronel Ceballos, del Regimiento de Infantería de Melilla 58, y los de los soldados muertos, al Hospital Militar de Melilla, teniendo lugar su entierro el mismo día 19 de julio a las cinco de la tarde, con la asistencia de las autoridades y de la población civil de Melilla, oficiales francos de servicio y comisiones de los Cuerpos. Las fuerzas de Infantería y Artillería, les rindieron honores.

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Redacción

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