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Historia Militar

Hecho histórico del mes: “Aquel 16 de septiembre“

Continuando con el plan de difusión de la Cultura de Defensa, promovido por el Centro de Historia y Cultura Militar, relacionado principalmente con el Ejército en Melilla, se quiere recordarla figura del Cabo Suceso Terrero López y sus heroicos legionarios.

Septiembre de 1921, tras el desastre de Annual, se inicia la recuperación del territorio con las nuevas unidades de refuerzo llegadas a Melilla, entre ellas la primera Bandera de La Legión.
Existían unas posiciones defensivas llamadas “Blocaos” que se situaban en lugares predominantes del terreno y que para su construcción se empleaban piedras, sacos terreros, troncos de árbol y alambrada. Entre estos se encontraba el blocao de Dar Hamed, situado en la ladera este del monte Gurugú y entre la segunda caseta y el blocao de Sidi Ahmed el Hach. Su misión era contener los ataques de los rifeños desde el barranco de Sidi Musa y aledaños. Por su especial situación, era constantemente atacado, por lo que se producían un número significativo de bajas, de ahí su sobrenombre de “el malo”.

El 15 de septiembre de 1921, guarnecía el blocao el Batallón disciplinario de Melilla y más concretamente el Teniente José Fernández Ferrer y veinte de sus soldados que habían llegado a la posición el día anterior para relevar a los legionarios que allí estaban puesto que llevaban varias semanas en la posición. El relevo lo tuvieron que hacer bajo un intenso fuego enemigo y con gran dificultad por lo que no hubo más remedio que realizarlo hombre a hombre, durando prácticamente todo el día. Casi sin tiempo a organizarse, la intensidad del ataque fue incrementándose por la noche con fuego de cañones y fusilería. Como consecuencia del mismo fueron heridos varios defensores entre ellos el teniente Ferrer que lo fue de gravedad.

La mañana del 15, se produjo una breve tregua que aprovechó el Teniente Ferrer para enviar a unos de sus hombres a pedir refuerzos en la segunda caseta, pudiendo contactar con la posición del Atalayón. Esta posición, estaba guarnecida por legionarios encontrándose al frente de los mismos el Teniente Eduardo Agulla, quien no dudó en presentarse voluntario para acudir con parte de sus legionarios a socorrer a sus compañeros del blocao. Sin embargo el mando no le autorizó, considerando mucho más importante el permanecer en la posición con su personal, pero si le autorizaron a enviar un refuerzo al blocao.

El teniente pidió voluntarios para tal difícil misión, ya que era casi seguro que los que fuesen no volverían, presentándose todos para la misión. Eligió a los voluntarios tratando de que si caían tuvieran la menor repercusión a nivel familiar. Al frente de los 14 legionarios seleccionados, puso al cabo Suceso Terrero López. El momento más emotivo fue cuando se despidieron de sus compañeros, conscientes que tenían que hacer honor al credo legionario en auxilio de sus compañeros que pedían ayuda y de que iban a una muerte casi segura. Previamente habían escrito cartas de despedida a sus madres y novias. Uno de los legionarios, Lorenzo, le entregó al teniente la paga que había recibido hacía poco para que fuese entregada a la Cruz roja para atender a los heridos y enfermos ya que a él ya no le iba hacer falta.

La llegada a la posición en la tarde–noche del 15, fue de una gran dificultad, bajo fuego enemigo, teniendo que abrirse camino a base de bayoneta calada, siendo heridos gravemente varios de ellos que fueron introducidos en la posición.

El cabo Suceso se presentó al Teniente Ferrer de quien recibió unas rápidas instrucciones bajo el fuego enemigo que se fue incrementando durante la noche. Consecuencia del mismo, fallecería el Teniente Ferrer, posteriormente el suboficial y así sucesivamente hasta quedar al frente de la posición el cabo Suceso quien ante lo difícil de la situación no se amilanó, sino que se dedicó a animar a los defensores dando vivas a España y a La Legión.

A media noche se habían quedado sin munición y ante la gravedad de la situación ordenó a un legionario y a un soldado del disciplinario que salieran del blocao para llegar corriendo a la segunda caseta para pedir refuerzos.

Los defensores del blocao no se rindieron, y defendieron la posición con gran heroicidad y en clara inferioridad de medios.

Tras varios disparos de cañón, situado muy cerca del blocao, este quedó prácticamente derruido y facilitó el asalto de los cabileños que pasaron a cuchillo a los pocos supervivientes que quedaban heridos. Fue una resistencia heroica.

Cuando llegaron el legionario y el soldado a la segunda caseta, extenuados y heridos, explicaron la situación del blocao, mandándose a primera hora de la mañana una pequeña unidad de refuerzo que al llegar al blocao, encontraron a todos sus defensores muertos.

Unos de los primeros en llegar fue el legionario de segunda Pagés, un joven catalán, que cogió al cabo Suceso entre sus brazos y dijo: “Perdóneme mi cabo por no haber podido llegar a tiempo de salvarles”.

El cabo Suceso Terrero y sus legionarios, supieron ser fieles al código de conducta de los legionarios contenido en el Credo Legionario, sellando con la entrega de sus vidas su compromiso con España y La Legión.

Para más información se puede acceder a la propia página web de este Centro:
http://www.ejercito.mde.es/unidades/Madrid/ihycm/Centros/melilla/actividades.html

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