El primer Pleno tras la ruptura del pacto municipal entre PP y PNM (Partido Nacionalista de Melilla) suscitó a la vista de como se desarrolló la sesión, más nueces que ruidos No hubo enfrentamientos dialécticos destacables y sí puyas más o menos hábiles entrecruzadas entre el socialista Gonzalo Hernández y el popular Andrés Pimentel, y Antonio Gutiérrez (PP) y Amalio Jiménez (PNM). Posiblemente lo más fuerte que se dijo, por la rotundidad y altanería con que se expresó, fue la frase que dirigió Enrique Remartínez (PNM) al alcalde Ignacio Velázquez, para señalarle que el PP carecía de «legitimidad para gobernar a su antojo el Ayuntamiento», porque tras la ruptura, estaban en minoría. PNM y PSOE presentaban una moción para devolver al Pleno las competencias del gobierno.