La revista "Blanco y Negro" publicaba un reportaje sobre el paso ilegal de inmigrantes africanos (entre ellos, mayoritariamente marroquíes) hacia la Península. En este sentido se destacaba que Melilla funcionaba en el tráfico de personas como la puerta de Europa, dejándose de manifiesto la propia impotencia de las autoridades competentes en la ciudad para hacer frente a lo que el propio delegado del Gobierno, el socialista Manuel Céspedes, denominaba en ABC como "la gran evasión". Eran muchas las voces que reivindicaban que Melilla fuese considerada no sólo la puerta de salida hacia Europa, sino, desde el punto de vista económico, la de entrada hacia Marruecos.
