Los internos del centro penitenciario se amotinaban casi en su totalidad, tras un amago la noche anterior cuando se negaron a cenar. El motín se inició en el patio interior del recinto, donde los reclusos quemaron colchones, bandejas, puertas y todo tipo de materiales. Desde los torreones arrojaron piedras y distintos objetos a las fuerzas de orden público que se habían ido concentrando en los alrededores. Sin que se produjeran heridos ni fugados, se pudo sofocar el motín que duró tres horas y que estuvo motivado por las pésimas condiciones de habitabilidad del recinto.
En cuanto a la actividad deportiva, el diario informaba de que la U.D. Melilla entraba en crisis aguda tras empatar con el Maspalomas en su propio campo con un uno a uno en el marcador.