El fracaso en las expectativas de haber alcanzado un gran acuerdo municipal para la gobernabilidad de la ciudad y el compás de espera hasta conocer el sentido de la sentencia sobre el Pleno de la moción de censura limitaron el inicio y el final del año 93 desde la perspectiva municipal, según la opinión de Ignacio Velázquez. No obstante, apuntó que 1993 había sido un «período fructífero, satisfactorio y ampliamente positivo» para el Ayuntamiento sin excluir la polémica que, bajo su punto de vista, es propia del devenir político en la ciudad. Por otro lado, el entonces delegado, Manuel Céspedes, comparecería ante el Congreso de los Diputados para explicar el descontrol en la frontera y la inseguridad ciudadana.