La desunión sindical volvió a ser la tónica entre UGT y CCOO en la ciudad, el día después de la huelga general. Mientras en los balances de patronal y sindicatos la guerra de cifras era la nota dominante, Vázquez Avelino decía que UGT apostaba por un modelo de política socialdemócrata que no se correspondía con ningún partido español y en respuesta al apoyo de CCOO a IU, señalaba que UGT no estaba dispuesta a “relanzar” a ningún partido político. Además se mostraba en desacuerdo con las críticas de CCOO sobre la situación sindical en el Ayuntamiento.
Cincuenta familias se concentraban para desmentir que el dirigente del PP, Aisa Ahmed, fuera autor del bulo de que el Ayuntamiento iba a conceder una paga a las amas de casa. Ellas sí acusaban al PSOE de este hecho.