En su comparecencia para anunciar "una lluvia de millones para Melilla" por parte del Estado, el diputado socialista por la ciudad, Julio Bassets, dirigía duros ataques contra Aurel Sava y el presidente de la Ciudad Ignacio Velázquez. A éste último lo calificó de "indigno representante". A Sava lo acusó de mentir, porque desde que fuera elegido, no disfrutaba de una comisión de servicio que le permitiera dedicarse a la política en Melilla y librarse de sus obligaciones en Europa.
La Ciudad negaba que se hubiese cerrado el informe sobre los presuntos malos tratos de la Policía Local a un ciudadano.
La Comisión Islámica descartaba que en ese curso pudiera impartirse clases de religión islámica en los colegios de la ciudad.